La ruta del queso, el vino y el bosque (parte II)
Por Reynaldo Magaña*
Es en este preciso momento cuando debe preverse el desarrollo del Valle de Ojos Negros y su área de influencia, desde la zona de Piedras Gordas hasta la Laguna de Hanson. En la publicación de la semana pasada se describió el potencial que tiene esta región y sus atractivos, sobre todo relacionándolo con el Valle de Guadalupe.
Desde luego el producto icónico de esta incipiente ruta turística, agropecuaria y forestal, lo es el queso “Real del Castillo”, cuyo origen se remonta a la época en que la capital de Baja California era precisamente esta región, en mil ochocientos noventa.
Hacer el recuento de los atractivos y rubros de producción de esta ruta, implica referirnos pormenorizadamente a los sectores y territorios que aquí convergen, enmarcados en los antecedentes históricos y culturales que se han generado desde hace aproximadamente ciento cincuenta años en la contemporaneidad y más antiguos, al hablar de los indígenas Kumiay que aquí habitan desde tiempos ancestrales.
Además del queso, sobre lo cual es necesario dedicar un texto específico para ese tema, en el Valle de Ojos Negros se ha realizado agricultura de riego y temporal en el pasado, particularmente de forrajes para atender el otro apartado productivo que es la ganadería. En la actualidad esta actividad ha evolucionado, convirtiéndose en producción de hortalizas para el mercado nacional y de exportación.
La vitivinicultura parece que ya ha sentado sus bases para crecer y consolidarse. Primero fueron viñedos y desde hace diez años aproximadamente, la producción de vinos de manera formal; aunque debe decirse que el vino artesanal se ha producido desde hace cien años por lo menos, en la zona.
Los servicios también han acompañado en paralelo a todas estas actividades; el suministro de comestibles en primer lugar, con tiendas de abarrotes y en la medida que el crecimiento se fue dando, otros proveedores se han agregado al comercio; combustibles, ferreterías y refaccionarias, mecánicos, herreros y todo lo que una población rural requiere.
Los restaurantes con la comida regional o “vaquera” poco a poco se han ido sumando a la oferta, hasta aparecer en la última década la comida mediterránea, para un segmento de mercado de mayor nivel, emulando a la generada en el Valle de Guadalupe y en las zonas vinícolas de gran parte del mundo.
El ecoturismo y turismo rural, desde hace veinte años empezó a consolidarse, particularmente en la Sierra de Juárez y su Laguna de Hanson.
Las organizaciones por sectores están vigorizadas en la región. Equipos deportivos de beisbol y vaqueros, sobre todo; padres de familia de las escuelas de Ojos Negros, Puerta Trampa y La Huerta; Comités de fiestas regionales; la Asociación Ganadera local de Ojos Negros; los Comisariados ejidales de los siete ejidos que componen la ruta; y recientemente la constitución de dos asociaciones, una de vecinos de piedras Gordas y otra, la Unión de ejidos del Valle de Ojos Negros y la Sierra, con el fin de hacer un frente de desarrollo, protección y defensa de esta región.
Si todos los actores se integraran en un Consejo de Desarrollo Regional, interactuando con los tres niveles de gobierno, se podría elaborar un plan de desarrollo productivo y ambiental, que proteja la región y prevea un crecimiento ordenado, para disfrute permanente de locales y visitantes.
Será conveniente en las siguientes publicaciones, abundar en cada uno de estos temas.
*El autor especialista en derecho agrario y promotor de economía solidaria
Twitter: @ReyMagaa
Facebook: Foro Agrario México
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