Como cada 8 de diciembre se celebra el Día Nacional de Nochebuena, flor navideña por excelencia y regalo de México para el mundo. Del jardín de Moctezuma a las pastorelas, el color rojo brillante que invade la época invernal parece una magia que se resiste cuando nadie más florece.
Esta flor ha inspirado fiestas religiosas y de ornato a lo largo del tiempo. La Cuetlaxóchitl, nombre náhuatl, que significa «flor que se marchita» es como se le conoce a la Nochebuena, posee un enorme valor ornamental, siendo una de las plantas más cultivadas en todo el mundo.
San Bernardino de Sahagún da cuenta de la Nochebuena como premio en ceremonias mexicas, así como de su cultivo en los jardines de los tlatoanis.
Se piensa que los franciscanos asentados en Taxco comenzaron su uso para las festividades navideñas, al florecer durante la época decembrina, por lo que se modificó su nombre a Nochebuena, en referencia al nacimiento de Jesús.
Su uso relacionado con la Navidad se asentó mundialmente cuando Joel R. Poinsett, enviado como ministro a México durante 1825-1828 en los años convulsos del primer México Independiente, se llevó consigo una serie de especies a Estados Unidos, entre ellas la Nochebuena, que fue nombrada como “poinsetia” en honor del también naturalista.
El alemán Albert Ecke, llegó a California, Estados Unidos, a comienzos del siglo XX e inició un plan de modificación de la especie creando un fructuoso negocio de la floricultura estadounidense, por lo que la Nochebuena fue adoptada dentro de sus festividades navideñas. La tecnificación en el cultivo de esta planta en Estados Unidos no solo ha fomentado la creación de más variedades, sino una mayor productividad.
Esta bella planta es de origen mexicano, crece en diversas regiones del país. Se adueña de los invernaderos marcando el inicio de las festividades decembrinas. En la actualidad los estados con mayor producción son Morelos, Puebla, Michoacán, Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México.
En Morelos parte de la producción se concentra en el poblado de Tetela del Monte, al norte de Cuernavaca, lugar donde las familias se dedican a su producción de generación en generación. Incluso, en esta comunidad, existe un banco de esquejes que se distribuyen a lo largo país, para dar pie a nuevas especies de la planta.
Así, la Nochebuena se ha convertido en una de las flores favoritas de ornato en el mundo, la cual no solo se ha relacionado con las festividades navideñas. Por ejemplo, en China se le aprecia por su color y en España es considerada una flor de la amistad.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, México ocupa el cuarto lugar a escala mundial en superficie cultivada, con al menos 330 hectáreas dedicadas a esta planta (alrededor de 20 millones de nochebuenas en maceta). El cultivo de la Nochebuena genera casi 13,000 empleos en México. Las principales entidades dedicadas a su cultivo son Morelos, Michoacán, CDMX, Puebla y Estado de México.
En esta temporada de diciembre se prevé una producción de casi 17 millones de plantas de Nochebuena, que se cultivaron en 257 hectáreas. De la producción total de 2020, Morelos aportó seis millones 550 mil plantas; Michoacán, 3 millones 895 mil; Ciudad de México, 3 millones 652 mil; Puebla, 2 millones 169 mil; Jalisco, 1 millón 733 mil; Estado de México, 830 mil, y Oaxaca, 17 mil, detalla la dependencia.
Hay unas 30 variedades con colores que van desde rojo, amarillo, rosa, blanco, rayado hasta marmoleado, pero el 90 por ciento de la producción es de la flor roja.
Fuente: Inforural
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