DE MAL EN PEOR:

La degradación y decadencia de una sociedad enferma…

Por Manuel Rojas

Imponer «modas» no es igual que inutilizar usos y costumbres y eso, mis pocos lectores, ESO es precisamente el punto; que toco hoy con motivo del encabezado periodístico que se muestra en pantalla… ¿A QUÉ ME REFIERO?

A que alguna mente desquiciada de la Secretaría de Educación (?) Pública, la nota* no aclara si de la Federación o el Estado; aludiendo informes de un supuesto «PROTOCOLO DE PROTECCION A NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN MATERIA ESCOLAR»… ¿Cuál?… ¿Cómo?… ¿Cuándo?… Hace un exhorto para que «ya no les sea prohibido a los estudiantes traer el cabello largo, portar tatuajes, maquillajes o perforaciones…»

La nota de marras, pésima en su redacción Y SIN CITAR LA FUENTE (vocero oficial), continúa con un galimatías:

«La Secretaría de Educación (¿quién?), expresó (¿quién?) que estos puntos DEBERÁN (¿qué?) ser comprendidos por todos los actores de la institución escolar, así como asegurar el derecho a la defensa (¿de qué?), así como que las faltas transgresoras (¿cuáles serían?) deben ser contextualizadas.»

¿USTED LO ENTENDIÓ?

¡YO TAMPOCO!…

El pseudo reportero, lego en el oficio, continúa con su desparpajo literario:

«Señalaron (¿quiénes?, ¿nombres?) que es importante recordar que los reglamentos escolares, bajo ninguna circunstancia se encuentran por encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos»

AHORA RESULTA que las normas disciplinarias SON INCONSTITUCIONALES… Vaya cobardía de quien o quienes, ESCUDÁNDOSE EN EL ANONIMATO; hacen semejante declaración…

Y para concluir y a punto de infarto, todavía el reporterillo agrega que:

«… las alumnas y los alumnos podrán usar elegir libremente su uniforme escolar, ya sea falda o pantalón…» O SEA; que YA NO HABRA uniformidad para distinguir el sexo. Los niños podrán usar falda y las niñas viceversa. Toda una imposición ANTINATURA para seguir confundiendo y PERVIRTIENDO la formación integral de los menores…. ALGUIEN debe detener YA; a este tipo de corruptores y enfermos; desafortunadamente INCRUSTRADOS en la administración pública.