El tiempo dirá
Por Gladys Villalobos*
Han pasado doce meses ya desde que oficialmente la pandemia llego a México. Recuerdo como en febrero del 2020, escuche a un par de personas manifestar “¿Por qué preocuparnos si eso está sucediendo en China, muy lejos de nosotros?” con la convicción de que cualquier dejo de preocupación o medida preventiva por parte de mi o de otras personas era caer en lo fatalista.
Nadie lo veía venir, no sabíamos que significaba una pandemia, qué hacer, cómo hacerlo, que era suficiente y porque al parecer, aún en algunos casos, ni lo suficiente evito contagios. A un año, seguimos con dudas, a prueba, buscando la manera de vivir y sobrevivir. El tiempo nos seguirá otorgando más información, más datos, precisión, que permita al mundo de las ciencias de la salud haciendo su invaluable labor por el bien de la humanidad.
Tanto que puedo rescatar de estos 12 meses, tanto que analizar sobre el comportamiento de los seres humanos, como ha evolucionado nuestra actitud frente a la pandemia. En este momento veo a los sociólogos o expertos en el comportamiento del ser humano dándose vuelo con tanta información, no dándose abasto con tanto que analizar en tan poco tiempo.
¿Por cuántas emociones tan diversas has pasado, comportamientos o estados mentales? Al principio, yo estaba convencida que sería un tema de semanas. Recuerdo haber comprado un boleto de avión para pasar esas “semanas” con mi padre en Mexicali, con fecha de regreso un mes posterior. Cinco meses duró mi estancia en total. He pasado por todos los estadios de la mente, el miedo, la incertidumbre, la duda, la apatía, la tranquilidad, la gratitud, el amor, la creatividad, sentirme bendecida por Dios y la vida.
Considero que estamos ante una oportunidad como seres humanos, que deseo sea irrepetible, de auto observarnos, de escucharnos, de escribir, de manifestarnos a través de la acción, de saber quiénes somos y de que estamos hechos ¿Quiénes somos ante la adversidad, ante los cambios, ante lo imprevisto? Mantener el equilibrio y la mente en calma en la incertidumbre, es una de las premisas que se fomentan en la práctica de yoga.
En diferentes escenarios me he encontrado con la preguntar o afirmación que posterior a la pandemia seremos “mejores personas” ¿Tu qué opinas? ¿Seremos distintos en lo individual, en lo colectivo? ¿Habremos aprendido algo? En muchos escenarios he manifestado mi desacuerdo en aprender o brindar valor a través del dolor. Ejemplo, los gimnasios “Si no duele no funciona el ejercicio”; la vida de pareja “Aguántate, es tu cruz”, en la educación, las crueles novatadas o desvalorar la educación en línea. La pandemia nos demostró que es aún más complejo y dedicada la educación por esta vía.
Entonces ¿será que necesitábamos un suceso como este, con tanta perdida, dolor y restricción, para reflexionar y lograr ser mejores personas? Me aterra el solo pensarlo. A todo esto ¿Qué significara ser “mejor persona”? Tan amplio y ambiguo a la vez, tan objetivo y a la vez tanta emoción y carga cultural en el término. Me quedo con ideas dando vueltas en mi casa que seguiremos explorando juntos.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/
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