Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo Extraordinario de lo Cotidiano

La naturaleza no se equivoca

Por Gladys Villalobos*

“Él se enamoró de sus flores, no de sus raíces. En otoño no supo que hacer”. Buscando inspiración sobre el otoño que está por llegar me encontré esta frase de autor desconocido. Llamó mi atención y plasma una realidad posible en las relaciones humanas. Si bien, me quiero enfocar a otro aspecto del otoño el día de hoy, la dejo aquí para tu reflexión personal.

Los colores del otoño siempre llaman mi atención. En Mexicali no lo percibía del todo, sabía que llegaba por la fecha y por el clima de un par de días. En la Ciudad de México la experiencia es distinta y la disfruto mucho. Veo el otoño en el color de sus árboles. Es mi estación del año preferida en esta ciudad. Cuando llega la primavera digo lo mismo. 

Veo en el otoño analogías de vida que para mí han llevado tiempo y un proceso de evolución incorporar y sostener con convicción. El otoño es un ejemplo de dejar ir sin temor y con la confianza de vivir los ciclos. Me da el ejemplo de desaprender y desaprenderme de todo lo que no es esencial o bien, lo que necesita renovarse. Dice un refrán “renovarse o morir”. La naturaleza no se equivoca.

¿Cuánto no esencial ocupa espacio en nosotros? Material, emocional, cultural, creencias, prejuicios, pensamientos limitantes, historias que no nos pertenecen, realidades de mi pasado que ya no embonan en mi presente. Este año ha puesto a prueba nuestra capacidad de adaptarnos y sin duda, de renovarnos. Nuevas formas de disfrutar, nuevas maneras de hacer las cosas, nuevos hábitos convenientes para todos.

El otoño nos invita a soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan el fruto deseado, nos invita a la introspección, a la calma interior y prepararnos para empezar de nuevo.

En la filosofía china, el otoño es una estación yin, que tiende a lo receptivo, a la intuición y a la interiorización. La savia de los árboles se retira de las hojas y ramas y vuelve hacia las raíces. Los animales disminuyen su actividad. Anochece cada vez más temprano y poco a poco vuelve el frío.

Conectemos con la sabiduría de nuestros antepasados que regían su vida y sus decisiones por los ciclos de vida de la naturaleza o por lo que veían en el cielo. Esa sabiduría que habita en nosotros. Con humildad podremos apreciar las señales que la naturaleza nos pone frente a los ojos ¿cómo sería nuestra vida si lográramos igualarla con los ciclos de la naturaleza?  Desde hace algunos años intento incluir en mi alimentación la fruta “de temporada”. Si eso es lo que la naturaleza nos está dando, tal vez sea porque es lo que nuestro cuerpo necesita. Nada pierdo con probar.

Después de 5 meses en Mexicali, con mi padre, en la casa donde crecí, tiempo que califico como un regalo de vida, estoy de regreso en la CDMX, en medio de un cambio de casa. Mi mudanza coincidirá con la llegada del otoño. Me resulta inspirador la coincidencia y deseo sostener la energía de desaprenderme de lo no esencial en esta etapa que inicio. 

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ Contacto: [email protected]  Foto @davidvaz

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