La propuesta presentada por el Gobierno de México tampoco debería afectar los precios de productos, dijo Gustavo De Hoyos
CIUDAD DE MEXICO. – El incremento gradual de las aportaciones patronales que implica la propuesta de reforma al sistema de pensiones no causará daños colaterales un encarecimiento del empleo formal dijo este miércoles Gustavo De Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“No hay riesgo alguno de que esta propuesta afecte los precios de los productos ni merme de alguna forma el compromiso que tiene el sector privado de avanzar hacia la línea de bienestar familiar en materia de salario mínimo. Es algo que le suma, es un compromiso adicional y por eso es de gran relevancia para el país”, afirmó.
Al destacar el paso adelante que el sector privado dio con este compromiso al incrementar la aportación patronal del 5.15 por ciento actual al 13.87 por ciento en un periodo de ocho años, detalló que el esquema permitirá, sobre todo a microempresas, evitar variaciones repentinas en sus costos y, con ello, agravar una situación financiera que ya es afectada por la pandemia de COVID-19.
Actualmente, el número de empleados formales registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es de 18.5 millones. La crisis económica ha cobrado ya la pérdida de 1 millón 113 mil empleos formales entre marzo y junio, problema para el que la Coparmex tiene la propuesta de ‘Remedios Solidarios’ que incluye acciones como el ‘Bono Solidario’ que permitiría incentivar la creación de empleo formal.
La propuesta cumple con los elementos fundamentales que el sector privado nacional, desde el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), había planteado: alcance, que más personas puedan participar del beneficio; que sea justa; que tenga suficiencia al incrementar el nivel de reemplazo crezca y que sea solvente.
La iniciativa, que deberá ser aprobada por el Poder Legislativo, propone aumentar las aportaciones tripartitas desde el 6.5 por ciento actual al 15 por ciento en un periodo de 8 años; reduce las semanas necesarias de cotización en el IMSS para poder ejercer el derecho de pensionarse de 1,250 a 750 semanas (es decir, de 25 a 15 años), pero no modifica el requisito de cesantía.
Aún se deberá llegar mínimo a 60 años para poder disfrutar de la pensión
“Hoy con los requisitos de cotización de mil 250 semanas, solamente el 20 por ciento de los mexicanos que cotizaban en el sector formal accedía a la pensión mínima garantizada o a una pensión. Con la reforma, con 750 semanas, es posible alcanzar de ese universo, entre 80 y 90 por ciento”, dijo Jorge López, miembro del equipo técnico de Coparmex.
La propuesta llega en un buen momento para animar las expectativas de inversión en México, agregó De Hoyos, ya que genera confianza sobre la capacidad de diálogo y entendimiento que se puede alcanzar tras un año de trabajo conjunto entre autoridades, especialistas, patrones y sindicatos de trabajadores.
“Esperamos llegar al último tercio del año con una reforma de gran calado. Llega en un buen momento el anuncio para enviar señales positivas. Este anuncio seguramente detonará en las próximas horas, días y semanas una corriente de confianza tan importante para que el país pueda multiplicar su inversión y con esto tener crecimiento, desarrollo y bienestar”, dijo.
No solucionará problemas del mercado laboral
La reforma tiene algunos efectos mitigantes de la informalidad, pero no pretende corregir los problemas del mercado laboral, señaló Carlos Hurtado, director del Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP).
“Pero sí es un mitigante. La contribución que pone el Gobierno federal se va a dirigir para que el empleo de los trabajadores que ganan hasta tres salarios mínimos no les cueste a las empresas. Este grupo es el que es más proclive a estar migrando entre la formalidad a la informalidad”, consideró.
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