Por Gladys Villalobos.*
Durante siete años se prepara para convertirse en la planta de más rápido crecimiento del reino vegetal. En siete años acondiciona sus raíces, se fortalece internamente y cuando se siente listo, emana, se eleva. Puede crecer hasta un metro por día. Durante ese lapso de tiempo crece hacia abajo, hacia el “interior”, expande sus raíces hacia lo profundo. Esto y más es el bambú.
Fue en la revista de la extinta Mexicana de Aviación que leí por primera vez un artículo sobre las características de esta planta catalogada como una maravilla de la naturaleza.
“Flexible como el bambú, fuerte como un roble”, existen fábulas referentes a la naturaleza de estos dos árboles. Sus características son una analogía al comportamiento del ser humano ante la vida. Cuántas veces hemos dicho o escuchado “Esta persona es fuerte como un roble, nunca llora”. En ocasiones, calificamos la fortaleza o dureza como una cualidad. Temperamentos reactivos, hostiles de habla y trato, escasa amabilidad hacia los demás y sin duda, hacia sí mismos. Inflexibles de mente, coincidentemente de cuerpo también. Disociados de sus emociones, de sus necesidades.
Por otro lado, está el comportamiento bambú donde resalta una de sus cualidades, la flexibilidad. Aquí cito el libro “El Poder de la Mente Flexible” de Walter Riso, que recibí de regalo de cumpleaños muchos años atrás.
Riso señaló tres tipos de mentes: Las mentes dueñas de la verdad cuyas creencias, principios y valores son inalterables se le denomina mente rígida; las mentes sin ideología y que no gustan de profundizar en las ideas, una mente cómoda que se adapta al recipiente que la contiene.
Por último, la mente flexible. Tiene principios, pero suele revisarlos, actualizarlos y dudar de ellos de acuerdo con la evidencia que tenga enfrente. Una mente abierta al cambio y a las nuevas experiencias.
Abril 15. Francia. Notre Dame en llamas. “La noticia” del día. Medio de información y redes sociales hablaban del tema, trasmisión en vivo. Indistinto si sabías que existía esta iglesia o no, si la has visitado o no, si eres católico o no, presenciamos como una construcción de 800 años era consumida por el fuego.
Hay sucesos que más allá del hecho o la razón que los origino nos invita a la reflexión. La fragilidad de la existencia, como el presente se modifica de un momento a otro, el cambio constante y inevitable. Trabajar en nosotros y nuestra flexibilidad es un recurso interno ante la impermanencia.
“Tu edad es proporcional a flexibilidad de tu columna” dice Joseph Pilates. De pie, flexiona tu tronco hacia el frente sin llevar la cadera hacia atrás y busca tocar con tus manos tus pies sin flexionar tus piernas ¿qué dice tu cuerpo? ¿tu ser es un bambú o un roble? ¿te gusta?
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.
* Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Instructora 450PMA Pilates y 200RYT Yoga. Contacto: [email protected]
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