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Resistencia al ordenamiento

Cuando por muchos años se ha vivido en el desorden y priva la ley del más fuerte, del más abusivo, o del más corrupto, como ha ocurrido en el uso del agua y el manejo de los módulos de riego, sin duda está resultando difícil transitar rumbo al ordenamiento y al respeto del derecho de todos los usuarios, para que cada quien siembre el cultivo y la superficie que pueda regar, sin afectar a los demás.
De un tiempo a la fecha se ha incrementado una exhaustiva campaña de desorientación hacia los alcances benéficos de acuerdos del gobierno federal con sus homólogos estadounidenses, con acusaciones de corrupción que arrancan el aplauso de quienes, ajenos al tema del agua, les escuchan y tienen metas distintas.
Paralelamente, el mismo reducido grupo dispersa versiones para el desprestigio de directivos de módulos y de la S. de R.L. concesionaria del Distrito de Riego 014 del Rio Colorado que no coinciden con sus muy particulares intereses, pero lucran con promociones de tipo jurídico que les permiten engañar a quienes no alcanzan a comprender los alcances legales de lo que les presentan.
En estas situaciones tiene mucho que ver la pasividad, la incapacidad, el desconocimiento, la complicidad y corrupción de funcionarios del organismo de cuenca de la Comisión Nacional del Agua que soslayan la responsabilidad rectora de la dependencia que -concesionada al Partido Verde Ecologista por su participación en el triunfo del presidente Enrique Peña Nieto- en Baja California da la impresión de ser una oficina de trámite, porque nada resuelve.
Se tienen situaciones irregulares en las directivas de los módulos 5, 14 y 15 pero los funcionarios de la Comisión Nacional del Agua parecen no darse cuenta de ello, sin observar que su negligencia ocasiona una serie de problemas que se traducen en daño para los usuarios del agua y en detrimento de la producción, de la productividad y de la rentabilidad de la actividad agrícola.
Lo curioso es que los directivos de estos módulos se suman al del resto de las asociaciones civiles, como sucedió en el Comité Hidráulico y luego hacen labor de zapa para justificar que no estuvieron de acuerdo con lo aprobado.
Lástima que el presidente Enrique Peña Nieto mantenga los ojos cerrados ante este tipo de corrupta indolencia de funcionarios a los que ha confiado el manejo de un insumo tan importante como lo es el agua.