Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Ahogado el niño….

Los viejos utilizaban la expresión de “ahogado el niño, a tapar el pozo”, para referirse a situaciones que se pudieron evitar con un poco de visión  o sentido común, mismo que por regla general no se tiene.

El genera Luis Garfias Magaña, siendo presidente de la Comisión de la Defensa Nacional del Congreso de la Unión, utilizaba con frecuencia la expresión sobre la ausencia del sentido común, como uno de los grandes problemas que complican la materialización de soluciones.

Viene esto a colación por los violentos sucesos que desde el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se han incrementado a partir de la declaración de guerra al narcotráfico y la delincuencia, poniendo al frente a elementos del glorioso y hasta entonces muy respetado Ejercito Nacional.

Ahora resulta que a 10 o 12 años de esa declaratoria de guerra vemos como la delincuencia en general y hasta los alborotadores le han perdido el respeto, a grado tal de que la tropa y mando medios han sido obligados al sometimiento de los caprichos y embates a instalaciones militares, sin ninguna repercusión por sus latrocinios.

La impunidad producto de la incapacidad o la complicidad de los impartidores de justicia, al igual que la intromisión de los Derechos Humanos, muestran la ingobernabilidad existente a lo largo y ancho del país, aun cuando los funcionarios y el propio Jefe de la Nación y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas lo sigan negando.

De ninguna manera justificaremos los excesos de los cuerpos policiacos, de elementos del ejército o de la marina, como tampoco estamos de acuerdo en que estos sean satanizados cuando por alguna razón afectan la integridad de personas mezcladas entre los participantes en cualquier tipo de delito.

A diario vemos como cualquier grupo de revoltosos mezclados entre manifestantes que tengan o no razón, delinquen, dañan propiedad privada y bienes de la nación, pero no pasa nada.

Esas acciones, la proliferación de roba combustible y la impunidad por omisiones en la observación del Nuevo Sistema de Justicia, dan pie a que se sigan los malos ejemplos y el desorden continúe a la orden del día, sin ningún freno.

Y los funcionarios, bien gracias, esperando que el ejército y la marina hagan un milagro, pese a que se encuentran atado de manos.