
En México, la incertidumbre ha crecido a niveles alarmantes en los últimos años
Por Guillermo Pimentel Balderas › tabloiderevista.com
De acuerdo a datos de la Secretaria de Educación Pública (SEP), son mas de 23 millones de estudiantes de educación básica, incluyendo: primaria, secundaria y bachillerato los que iniciaron el ciclo escolar 2025-2026 a partir de este primero de septiembre y que, al parecer, lo hacen con temor e incertidumbre, principalmente en entidades donde el crimen organizado prolifera con fuerza.
Los reportes oficiales y las denuncias de organismos de derechos humanos y estudiantiles reflejan que México se ha convertido en un lugar peligroso para la infancia. Niñas, niños y adolescentes enfrentan diariamente amenazas en sus escuelas y calles, sin que existan todavía políticas eficaces para prevenir la violencia y garantizar su bienestar.
Inclusive, se lamenta la ausencia de estrategias reales para abordar esta crisis que, solo ha permitido que el crimen organizado continúe operando con impunidad, aprovechándose de la falta de seguridad y control gubernamental.
Dirigentes de organizaciones estudiantiles como la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios «Rafael Ramírez» (FNERRR), han expuesto en diferentes foros y medios informativos que, ante la falta de políticas efectivas por parte del gobierno federal para garantizar la seguridad y el derecho a la vida de niñas, niños y adolescentes, hasta el momento no han dado muestras de responsabilidad de velar por su integridad. Reclaman que las cifras oficiales muestran que la violencia en el país sigue en aumento y que el gobierno no ha tomado medidas reales para frenar esta crisis.
Lo más grave y de alarmante preocupación, especifican, es que el crimen organizado ha cambiado las estructuras de poder en México, ya que cerca de 250 mil estudiantes peligran ser reclutados
La Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios «Rafael Ramírez» (FNERRR), en una ocasión nos confió que el crimen organizado ya no es un fenómeno aislado por lo que, ha alertado que en México la inseguridad ha crecido a niveles alarmantes en los últimos años, pues cada día hay más desaparecidos y asesinatos cometidos en contra niñas, niños y adolescentes sin que el gobierno emprenda funciones específicas para contrarrestar esta gravísima situación.
Es más, indican que los reportes oficiales y las denuncias de organismos de derechos humanos y estudiantiles reflejan que México se ha convertido en un lugar peligroso para la infancia y adolescencia en sus hogares, escuelas y calles.
En una ocasión nos dijo que el Estado tiene la responsabilidad de velar por la integridad de la infancia y la adolescencia; por lo tanto, el gobierno federal y a las autoridades locales tienen la obligación de implementar estrategias de seguridad efectivas que protejan a la niñez y juventud mexicana.
No podemos permitir que más niñas, niños y adolescentes, sean víctimas de la violencia, desapariciones y asesinatos, así como su reclutamiento por el crimen organizado, dijo en su momento.
Ante el inicio de actividades escolares en el país, ciclo escolar 2025-2026, organizaciones de derechos humanos y de estudiantes urgen al gobierno de la presidenta Claudia Shembaum actuar y emprender acciones inmediatas y efectivas para disminuir los índices de violencia e inseguridad en los planteles educativos de nuestro país.
De acuerdo con el Balance Anual 2024 de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), entre enero y noviembre, 2,243 menores de entre 0 y 17 años fueron víctimas de homicidio doloso y 110,166 fueron reportados como desaparecidos. Además, enfatiza que entre 145 y 250 mil niños y adolescentes están en peligro de ser reclutados por grupos delictivos.
En otra información (que prácticamente se enlaza con la preocupación de la FNERRR), la plataforma Goberna Reports, en un análisis profundo: ’Impacto Político del Crimen Organizado: Desafíos y Respuestas en el Siglo XXI’, afirma que las redes criminales están remodelando el panorama global, afectando directamente la política, la economía y la seguridad. ’Están cambiando las estructuras de poder en diversas regiones’, especifica.
Además, testifica que estas redes criminales no solo controlan el tráfico de mercancías ilegales, sino que también tienen un gran poder de influencia sobre el mercado laboral, los gobiernos locales y, en muchos casos, las fuerzas del orden. ’Se ha convertido en un verdadero desafío para los estados nacionales, ya que pone en riesgo la estabilidad y el bienestar de las naciones’, apunta.
Inclusive, en este artículo (Impacto Político del Crimen Organizado: Desafíos y Respuestas en el Siglo XXI), se destaca que estas organizaciones delictivas no solo se benefician de la corrupción a nivel local, sino que también han establecido lazos con actores internacionales, incluyendo políticos, empresarios y otras figuras influyentes que les proporcionan protección y recursos.
Es decir, de este modo, el crimen organizado se convierte en una amenaza no solo a nivel nacional, sino también en un fenómeno global que puede afectar la seguridad internacional, se subraya en el documento.
Es importante, también documentar que un informe de Unicef México alerta el reclutamiento de menores por el crimen organizado: ‘Es una práctica muy común’ destaca y aduce que son adolescentes de entre 15 y 19 años los reclutados, de entre ellos el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo a lo publicado en varios medios, Unicef México urge a mirar ’en particular por qué los adolescentes están desapareciendo’. Unicef México considera que a esto se suma que ’una de las principales causas de muerte en adolescentes en México es el homicidio’, lo cual también podría tener una ’vinculación’ con los grupos criminales que reclutan y utilizan a niños, niñas y adolescentes para cumplir roles que van desde la mensajería hasta el sicariato.
Por lo tanto, expone la Unicef que una de sus propuestas es la tipificación del delito del reclutamiento y utilización para ’la protección de las infancias’, pero también porque ’está en la línea de prevención del crimen organizado’, que ha cooptado a 30 mil menores, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
También, es de interés exponer que de acuerdo con el Balance Anual 2024 de la Redim, entre enero y noviembre de ese año, 2,243 menores de entre 0 y 17 años fueron víctimas de homicidio doloso y 110,166 fueron reportados como desaparecidos. Además, enfatiza que, entre 145 y 250 mil niños y adolescentes están en peligro de ser reclutados por grupos delictivos.
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