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Cuando la democracia se rompe

Por Luz Tl?ltikpakayotl

La Constitución Política mexicana ha sido, históricamente, el pilar fundamental para sostener una democracia plural y equilibrada. Sin embargo, diversas reformas impulsadas en los últimos años por el partido gobernante, Morena, han levantado fuertes críticas por sus decisiones que han impactado en el sistema democrático nacional, poniendo en riesgo libertades fundamentales y la separación de poderes.

Desde la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, México ha presenciado múltiples modificaciones constitucionales, principalmente dirigidas a reestructurar instituciones clave. Tan solo entre 2019 y 2025, la Carta Magna fue reformada más de 30 veces, una frecuencia que, según expertos, evidencia intentos claros de adaptación ideológica del texto constitucional.

“El peligro de modificar la Constitución con tanta frecuencia es que pierde su función esencial como acuerdo social y pasa a convertirse en un instrumento para legitimar decisiones políticas puntuales”, señala el constitucionalista Diego Valadés, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Principales reformas y sus implicaciones

Una de las reformas más polémicas es la de modificar el proceso de elección de jueces y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, llevándolo a una elección directa, lo cual, según expertos, politizará peligrosamente al Poder Judicial.

José Ramón Cossío, exministro de la Suprema Corte, advierte que “estas modificaciones pueden socavar la autonomía judicial y someter la justicia al vaivén de intereses partidistas, atentando gravemente contra la separación de poderes”.

Otro ejemplo son las reformas dirigidas a limitar la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE), lo que según Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del INE, “representa un retroceso en términos democráticos, generando condiciones para elecciones menos transparentes y más controladas políticamente”.

Estos cambios han afectado seriamente la percepción ciudadana sobre la transparencia y la rendición de cuentas. Una encuesta reciente de la organización México Evalúa indica que el 68% de la población cree que estas reformas constitucionales responden más a intereses del partido en el poder que a las necesidades reales del país.

“Estamos viviendo en una democracia fragilizada. Las instituciones que deberían actuar como contrapesos ahora parecen vulnerables ante una agenda política dominante”, afirma Edna Jaime, directora general de México Evalúa.

Voces críticas

Para Marí Elena Morera, presidenta de Causa en Común, la situación es dramática: “Cuando se debilitan las instituciones constitucionales, los ciudadanos comunes son quienes más sufren. Estamos caminando hacia una democracia simulada, donde los derechos y libertades están cada vez más comprometidos”.

La oposición también ha expresado preocupación constante. Lideres y legisladores de partidos como el PAN y Movimiento Ciudadano han advertido sobre el riesgo de perder libertades esenciales por reformas constitucionales “a modo”.

Carlos Ortega, empresario de Chihuahua, expresa su preocupación por la falta de confianza en el sistema judicial: “¿Cómo puedo estar seguro de que se respetarán mis derechos cuando la justicia puede estar politizada? Esta incertidumbre afecta gravemente la inversión y nuestro futuro”.

Del mismo modo, Patricia Morales, activista ciudadana en Veracruz, afirma: “Estas reformas no solo son un problema político, son una tragedia democrática. Sentimos que nuestras voces ya no importan, que la Constitución, nuestro mayor escudo, está siendo vulnerada”.

Xiomara a su vez confiesa que tiene pendiente un trámite de divorcio muy complejo que está totalmente detenido, pues los jueces que llevan su caso, están muy distraidos y “en campaña” para ser electos en la elección que se llevará a cabo en junio. Ella sigue sin pensión asignada y con cuatro hijos que mantener.

Expertos proponen impulsar un diálogo nacional incluyente para restaurar la confianza ciudadana y fortalecer nuevamente a las instituciones. “Necesitamos que la sociedad civil participe activamente en estos procesos y que haya vigilancia internacional para garantizar transparencia”, señala Valadés.

Las reformas constitucionales recientes han puesto a México en una situación crítica respecto a su democracia y estado de derecho. La ciudadanía enfrenta el desafío urgente de involucrarse activamente en la defensa de sus instituciones democráticas y exigir una Constitución que sirva a la nación entera, no solo a un grupo en el poder.

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