Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

California en mi corazón…

Por Manuel Rojas

La que perdimos en 1847 y sigue nuestra:

UNA HISTORIA QUE NO OLVIDO

(Único)

Ayer 13 de enero; se cumplieron 178 años de la ocupación anglosajona durante la invasión estadounidense de México en 1846, con la oscura actitud de varios traidores nuestros.

Me refiero a la California que perdimos por el Tratado de Cahuenga, firmado en la ciudad de Los Ángeles; el 13 de enero de 1847, año antes del 2 de febrero de 1848, merced a la complicidad del sátrapa Antonio López de Santa Ana*, puesto que diez años antes y a cambio de salvar su vida miserable, su compadre Vicente Filisola y segundo al mando, ordenó la retirada del ejército mexicano en Texas, que avanzaba victorioso por la columna al mando del Gral. José Cosme de Urrea, crónica que se omite de la historia «oficial»…

En Texas, sépanlo, se podía DETENER definitivamente la expansión estadounidense al océano Pacífico; pero el «hubiera» no existe, y desde entonces, la excrecencia humana de Santa Ana, se replicó y sigue en algunos gobernantes mexicanos, salvo honrosas excepciones…

Hoy, que ironía y tristeza, los fuertes vientos que flagelan y atizan los fuegos dantescos del Condado de Los Ángeles, se conocen por los ambientalistas como «LOS VIENTOS DE SANTA ANA»… Y para colmo y extrema vergüenza, se establece ya en la Texas arrebatada, un disimulado campo de concentración para cientos de inmigrantes, latinoamericanos en su mayoría y algunos connacionales entre ellos, que serán 

deportados masivamente por el bocón y desquiciado Donald Trump…

Cierro con una plegaria por detener el dolor y devastación de Los Ángeles; que después de Guadalajara y Monterrey, es la cuarta población que alberga más compatriotas en el mundo…

* Fuente:

«La Rosa Amarilla de Texas»

(ICBC, Gob. del Edo.de BC, 2021)