Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

México, SA…

Una muestra de los arsenales ‘made in USA’ para los cárteles mexicanos. Foto ‘La Jornada’

Diazepam

Por Carlos Fernández-Vega

De acuerdo con su ficha técnica, el diazepam tiene efectos tranquilizantes, sedantes, relajantes musculares y anticonvulsivos, y los médicos lo recetan a las personas que presentan síntomas de ansiedad, agitación y tensión síquica producidos por estados siconeuróticos y trastornos situacionales transitorios, tal cual le sucede a Donald Trump, próximo inquilino de la Casa Blanca, a quien le urge consumir ese medicamento, porque sin duda tiene severos problemas sicológicos.

Lo anterior sería lo de menos si se tratara de un ciudadano de a pie que acude al galeno para su valoración y posterior alivio, pero el panorama se modifica de fondo cuando se sabe que el citado energúmeno amenaza a diestra y siniestra a naciones soberanas (con México en primer lugar), instituciones multilaterales, foros intergubernamentales, bloques de países y, en fin, a todo lo que su mente calenturienta considere un peligro para la supremacía imperial, aunque ni de lejos evalúa que es en su propio territorio en donde tiene el principal problema.

En el reciente proceso electoral estadunidense, en el que logró el triunfo para ocupar la Oficina Oval por segunda ocasión, el empresario repitió el agresivo discurso (racista, xenófobo, misógino) que lo llevó a ocupar la Casa Blanca en 2017, y ahora, una vez confirmada su victoria, le falta tiempo para amenazar a todos y por todo, con México como caballito de batalla.

Lo más reciente, que no lo último, es que Trump anuncia: Designaré de inmediato a los cárteles (de la droga) como organizaciones terroristas extranjeras, lo que es una abierta amenaza intervencionista para México, así sea retórica, aunque ello tampoco resulta novedoso, pues hizo lo propio en su primer periodo presidencial, y si entonces no procedió en tal sentido fue porque el presidente López Obrador frenó sus ansias de torero (cooperación, no intervención). Pero en su nueva andanada el empresario advierte: Ordenaré al Pentágono el uso de fuerzas especiales, guerra cibernética y otras acciones encubiertas y manifiestas para infligir el máximo daño al liderazgo, infraestructura y operaciones de los cárteles, aunque en Estados Unidos éstos operan como en su casa y nadie los toca.

Por cierto, Trump también amenaza a Panamá con retomar el control del Canal (bajo soberanía de esa nación desde el 31 de diciembre de 1999, como resultado del tratado Torrijos-Carter) y el motivo es verdaderamente ridículo: el comercio y la Armada estadunidenses, dice, han sido tratados de una manera muy injusta e imprudente, con tarifas exorbitantes que representan una completa estafa, y exigirá su devolución a Estados Unidos (que por décadas usurpó territorio panameño y en esa nación hizo lo que le vino en gana) si no se respetan los principios morales y legales. Pues bien, las tarifas exorbitantes de las que se queja son las mismas que cobraban los gringos cuando lo controlaban. Ante esa actitud, el presidente panameño, José Raúl Mulino, le pintó un violín: Nuestra soberanía e independencia no son negociables; cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente es y seguirá siendo de Panamá.

Ante tal panorama, la presidenta Sheinbaum lo ha dicho y reiterado: sí a la colaboración con Estados Unidos en materia de seguridad, pero nunca subordinación ni injerencia. Y sobre aquello de designar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas, la mandataria dijo que, más allá de la manera en que se expresa el presidente Trump, no hay que engancharse en los temas y escuchar bien lo que está diciendo”, porque, nunca habla de la intervención en México. Entonces, va a haber un acuerdo para todos los temas con Estados Unidos: migratorio, colaboración y cooperación en temas de seguridad, y también acuerdos relacionados con el T-MEC. Y nuestra solidaridad con el pueblo y el presidente de Panamá, porque el canal es de los panameños.

Desde luego, la oposición está feliz y para ella también hay mensaje: ¿Cómo puede alguien querer una intervención de otro país en México? Ahora, increíble, la verdad, celebrando. Es igual que los conservadores del siglo XIX que fueron a buscar a Maximiliano. Pero es importante que se dé cuenta el pueblo de México.

Entonces, una fuerte dosis de diazepam si queremos un planeta un poco más habitable.

Las rebanadas del pastel

Siete de cada 10 armas confiscadas al crimen organizado son de origen estadunidense ( La Jornada, Arturo Sánchez Jiménez) y el de las otras tres es incierto. Entonces, los gringos hacen un jugoso negocio y los mexicanos ponen los muertos. De esto, Trump no dice ni pío.

X: @cafevega

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