Para tomar el control del dolor

Por Rosa Chávez Cárdenas

Somos muchos que padecemos dolor crónico, la mayoría ingiere analgésicos, no están enterados que al ingerir analgésicos el cerebro se vuelve adicto y tan inteligente que manda el dolor para que le den el fármaco lo que se convierte en dolor crónico. Como a mi padre cuando yo lo inyectaba en la vena para el dolor de su pierna, la codeína, cuando le atacó la gangrena. No mejoraba, al contrario, parecía que le intensificaba el dolor hasta que le amputaron la pierna. Los analgésicos son los fármacos de mayor consumo en todos los países, no se deben utilizar por mucho tiempo por sus efectos secundarios. En el caso de la migraña y el dolor de cabeza, es tan común que al ingerir el analgésico se vuelve un círculo vicioso, la migraña en muchas ocasiones es causada por el ciclo hormonal y por problemas digestivos, intolerancia a ciertos alimentos que provocan colitis. 

Los opiáceos como el Tramadol, pueden provocar mareos, cefaleas, confusión, somnolencia, náuseas, vómitos, estreñimiento, sudoración, fatiga o sequedad bucal. Los opiáceos mayores, naturales como la morfina y los sintéticos como el fentanilo. Actúan imitando el poder de las endorfinas que se generan de forma natural nuestro organismo. Los opiáceos mayores son los analgésicos más potentes.  Pueden provocar confusión, insomnio, alteraciones del pensamiento, cefalea, contracciones musculares involuntarias, somnolencia, mareos, broncoespasmo, dolor abdominal, alteraciones en la vista, náuseas, vómitos, sudoración, astenia (cansancio) y prurito.

La fibromialgia es uno de los padecimientos que provoca dolor crónico, la memoria al dolor muscular una vez que inicia es difícil de combatirla. Las causas son variadas, los traumas como el abuso sexual en la infancia, un accidente, cirugía complicada, un asalto, y situaciones familiares como abandono, negligencia, en fin. Lo que me comparte mi amigo el ortopedista el Dr. Malacón, “La fibromialgia puede ser un mal diagnóstico, hay otras causas a investigar: una hernia de disco, escoliosis, artritis, las posturas en el trabajo, cargar objetos o por el trabajo en línea y la vida sedentaria”. 

Manejar el dolor, no es tratar de que desaparezca con un fármaco, es aprender a manejarlo, disfrutar la vida a pesar del dolor, puedes tratar de ignorarlo, obsesionarse con el y permaneces deprimido. Mide el dolor utilizando la escala del 0 al 10. Revisa las actividades del día y registra, también el ciclo hormonal y las preocupaciones como los conflictos familiares y laborales. En una ocasión en la editorial del gobierno me estaban revisando un libro para su publicación, no sabía que el encargado es una persona de lo más destructiva, hace comentarios ofensivos como que el libro es una porquería, como padezco dolor crónico, al terminar sentí que me agarraron a latigazos, mi hijo me levantó la autoestima y me dijo que no le hiciera caso. Aprendí a no tomar en cuenta sus comentarios y continuamos con la revisión. La encargada me dijo “la mayoría se retiran no aguantan sus comentarios, usted aprendió a tolerarlo” No cabe duda de que la vida es una lucha de tolerancia, resistencia y adaptación. 

Califica tu estado de ánimo, en la escala del 0 al 10, ayuda a darte cuenta que aún cuando el dolor y estado de ánimo están relacionados estrechamente no están unidos. Mientras mayor es el dolor afecta el estado de ánimo. El Sueño, dormir plácidamente ayuda a manejar las actividades del día, pero si el dolor te mantiene despierto o pasas mucho tiempo en la cama puede que el dolor se intensifique. Por las mañanas puede ser difícil realizar las actividades hasta que el cuerpo entra en calentamiento. Hay mucha gente con dolor y cuando les dan el diagnostico se deprimen y no hacen nada al respecto para mejorar. Las recomendaciones son varias: socializar, practicar yoga, masaje relajante, caminar, natación, contacto con la naturaleza, alimentarse de manera saludable, no fumar y las actividades que provocan diversión: baile, canto, el arte, asistir a bohemias y manejar el estrés. Evitar los conflictos familiares, acude a terapia. Para encontrar el bienestar espiritual, reconoce cuales acciones, sentimientos, personas o circunstancias interfieren en tu sentimiento de paz interior. Examina que te causa enojo, ansiedad y demasiado estrés, cuando identifiques puedes responder eficazmente para manejar el dolor y ganar la batalla. 

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del Dolor y Dra. Rosa Chávez

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