En México existen ocho millones de hectáreas agrícolas ociosas, que es importante rescatar paulatinamente para afrontar el “gran reto” de reducir la dependencia del exterior en granos básicos y garantizar la seguridad y soberanía alimentaria
La administración que inicia necesita garantizar una aportación federal anualizada para distritos de riego del orden de 17 mil 500 mdp, los cuales deberán estar etiquetados por rubro y canalizar para la rehabilitación y mejora de toda la infraestructura ya existente del orden del orden de 8 mil mdp; para reactivar parcelas ociosas, que. son cerca de 300 mil, 2 mil mdp anuales; para la ampliación o creación de nuevos distritos, unas 100 mil nuevas hectáreas, 7 mil 500 mdp.
En este esfuerzo deberán participar diversas instancias y sectores, la Conagua, la Semarnat, la Cámara de Diputados, los distritos de riego, las asociaciones de usuarios de riego, el IMTA, el Colegio de Postgraduados, la Universidad Autónoma Chapingo, la banca comercial y de desarrollo para que otorgue créditos, el FIRA, y empresas financieras, entre otros actores.
Lo anterior de acuerdo con información de Nahúm Hamed García Villanueva, experto en temas hidroagrícolas y profesor investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, quien también ha trabajado para el gobierno federal y diversos organismos que atienden el tema del agua.
En una ponencia que presentó en la Cámara de Diputados, el especialista refiere que cifras del año pasado del INEGI indican que en México existen 30 millones de hectáreas de uso agrícola, de las cuales sólo 26 millones están potencialmente en activo y de éstas en promedio anual 22 millones realmente son productivas. Esto quiere decir que hay un potencial de 8 millones de hectáreas que deberíamos de buscar rescatar, porque es imposible el rescate de todo, por eventos climáticos extremos o condiciones económicas sociales; pero dicha cifra representa 27% de la superficie potencial cultivable del país, la cual podría estar disponible para la producción de alimentos.
Al mismo tiempo, añade, hay que mantener en muy buenas condiciones 22 millones de hectáreas que ya están en producción y rescatar otras adicionales. En la actualidad, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) da seguimiento a unos 10 millones de hectáreas, de las cuales 3.3 millones están en 86 distritos de riego; 4 millones de hectáreas en las 50 mil unidades de riego y 2.8 millones de hectáreas en distritos de temporal tecnificado.
De las 3.3 millones de hectáreas de riego, en promedio cada año se cultivan y cosechan 2.5 millones, lo cual quiere decir que hay 800 mil hectáreas que no estamos capitalizando, anota Nahúm Hamed.
La sugerencia –puntualiza– es que entre 2024 y 2030 tratemos que de estas parcelas ociosas puede rescatarse unas 300 mil hectáreas, que representan casi el 10% de la superficie que tenemos disponible en distritos de riego, Pero no solo es rescatar la superficie, sino hay que subir la eficiencia entre 40% y 50%.
El experto reconoce que “hemos desatendido un poco la conservación la rehabilitación la tecnificación, entonces tenemos que invertir una gran cantidad de recursos para pasar la infraestructura de una condición que está deteriorada a una condición que nos garantice un mejor uso y manejo del recurso agua”.
CRECIENTE DEPENDENCIA ALIMENTARIA
Por otra parte, recuerda que México tiene una creciente dependencia agroalimentaria del exterior, que en arroz es del 73% del arroz, en trigo del 56%, en maíz del 37% y en frijol 10%. En los noventa se producía 90% del maíz que se consumía y ahora es entre 63-64% De los 43 millones de toneladas (t) que consumimos de maíz, 16 millones se compran al exterior; en trigo de los 8 millones de t requeridos, 4.5 millones son importadas; en el arroz de 1.1 millones del consumo, 800 mil t se importan. “Tenemos un gran reto que hay que salvar”.
En su exposición refiere que México sigue creciendo en el orden de 900 mil habitantes por año y si hoy somos 132 millones de mexicanos, al 2030 seremos unos 137 millones. Po otra parte se proyecta que muchos de los habitantes del país van a tener una mayor capacidad económica, su demanda alimentaria va a mejorar, por lo que cuatro millones de habitantes van a subir su demanda calórica y vamos a tener que generar una mayor producción agrícola.
También tenemos pendientes, reconoce, hay más de 20 millones de habitantes en pobreza alimentaria y de ellos el orden de 10 millones sufren desnutrición, y en la medida que mantengamos un pueblo con una buena nutrición, vamos a bajar incluso los costos de salud.
* Fuente: Imagen Agropecuaria
* Del portal https://agronoticias.com.m
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