Por Jesús Víctor Ferrer C.
Estimado Señor Director:
Bastaron 14 días del actual régimen gubernamental, para que se llegara a más de mil homicidios violentos registrados en el país de acuerdo con cifras oficiales, lo que habla de que las cosas marchan en forma similar al sexenio anterior, a pesar de que se puso en marcha un “nuevo” plan de seguridad, que en su parte básica no difiere del aplicado en los últimos seis años, por lo que los resultados siguen y seguirán siendo los mismos.
Si la semana anterior nos asustamos con la decapitación del que fuera presidente municipal de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, ahora nos asombramos porque fueron ¡cinco!, los decapitados en la carretera de Ojuelos a San Luis Potosí, por el rumbo de los altos de Jalisco, mientras que elementos del ejército y de la guardia nacional, son señalados como responsables de la muerte de 3 personas en el estado de Tamaulipas, según lo declarado por la presidentA, como también fueron señalados elementos del ejército mexicano en el estado de Chiapas, cuando mataron a seis migrantes de diversas nacionalidades.
No tiene explicación lógica que en Culiacán continue el enfrentamiento entre “mayos” y “chapitos”, donde se encuentran “vigilando” dos mil elementos tanto del ejército mexicano, como de la guardia nacional y sigan llegando diariamente a ese municipio elementos de ambas corporaciones, para recorrer las calles que caminaron seguidos de un impresionante convoy, integrado por múltiples elementos y vehículos de diversas corporaciones policiacas hace diez días (no sabemos con qué motivo lo hicieron,) los secretarios de la defensa nacional, seguridad pública y la marina, sin que tenga asomos de atenuar la violencia.
En ese municipio sinaloense, suman en el presente mes, 198 homicidios de conformidad con las cifras oficiales (42 la última semana) y 208 desapariciones forzadas según números de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, (30 la semana pasada), mientras que en apariencia se está implementando una serie de acciones para contener los embates de los miembros del crimen organizado, sin resultados positivos hasta el momento, en contra de una indefensa ciudadanía que clama por la paz.
Tampoco escapan de la violencia funcionarios de instituciones de seguridad pública, como es el caso de Jaime Navarro Hernández, quien fuera Director General de seguimientos a Procesos del Estado de Jalisco, ultimado a balazos en Guadalajara, en el estacionamiento de una farmacia, mientras que en Tijuana fue abatido con disparos de arma de fuego frente a su familia, en las afueras de su domicilio, Gerardo González Zamorano, quien se desempeñaba como Comandante Operativo de la Agencia Estatal de Investigaciones de la Fiscalía General del estado de Baja California, quien había ejercido el mismo puesto en Tijuana, donde al parecer lo habían amenazado de muerte por lo que hace un año fue cambiado a Tecate.
Ya que hablamos de Baja California, donde la propia gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, acepta que el rubro de la seguridad es un gran problema, sigue sin esclarecerse el enfrentamiento que hubo hace unos días en el Valle de la Trinidad, al parecer entre dos grupos antagónicos del crimen organizado, donde el resultado fue de nueve muertos y siete heridos, lo que da una idea de los grandes intereses que existen en disputa en esta región de nuestra república.
Tampoco disminuyó el número de homicidios en el Valle de Mexicali, donde la llamada Fuerza Estatal Ciudadana, junto con agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones y la Guardia Nacional, se hicieron cargo de la vigilancia de esa región, luego de que fueron retirados de sus tareas los policías municipales de esa parte de la capital bajacaliforniana.
La única certeza que existe en este rubro, es que continua el clima de inseguridad en todo México, donde las masacres se siguen reportando, la inoperancia como policías de elementos castrenses, que han sido educados para otras tareas, sigue siendo exhibida continuamente y es recurrente la mención en las “mañaneras” de Calderón y Genaro García Luna (fue sentenciado en primera instancia a 38 años de prisión) responsables de la violencia, cuando creíamos que escogerían a otros personajes para echarles la culpa de la falta de seguridad que sigue imperando, porque esos nombres fueron muy manoseados en el sexenio anterior y ya es necesario que aparezcan otros “villanos”, para cargarles los nulos resultados en este importante tema.
Nos leemos la próxima semana, mientras continua el espectáculo grotesco, para consumar la destrucción del Poder Judicial.
Un saludo.
P.D. Dato estadístico: De acuerdo con los números que continuamente manejan los integrantes de la 4t, el “pueblo” en nuestro país lo integran 36 millones de mexicanos, los otros 90 millones de habitantes del mismo territorio al parecer somos “marcianos”.
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