Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Vive en mí

Por Gladys Villalobos*

Fue en otoño. La mañana del 3 de octubre del 2014 lo primero que vino a mi mente fue “Por favor… que pasen ya 10 años” Esa fue mi petición a Dios, concreta y sin saber exactamente qué significaba. Una petición que rozaba en un gesto infantil. Se asomaban los primeros rayos del sol. No habían pasado aún 24 horas de haber acompañado a mi madre en su muerte. En su momento de trascender a otra vida.

Y como Dios es generoso conmigo y me escucha, aquí estoy 10 años después escribiendo de ese momento qué a la fecha, me sigue aportando lecciones, reflexiones y nuevos significados.

En ese momento no tenía idea de cómo se vivía sin una mamá, de cómo se gestionaba el dolor genuino, de cómo transitar la vida cotidiana de forma plena sabiendo que no volvería a gozar de su presencia física, de su compañía, de sus palabras, de ella. Aposté la fragilidad que me invadía a la nobleza del tiempo, de la cual he hablado en otros textos. Confíe que el tiempo haría su labor.

A la par, hice mi labor. Un camino de búsqueda, de lectura, de sentir, de introspección, de cultivar mi fe, de ser paciente en mis etapas de duelo y de aprender que el dolor es un maestro del cual logré obtener valiosas enseñanzas al vivir con humildad mi humanidad. Resignificar a la muerte.

Y si, como soy una consentida de Dios una mañana vino a mi mente la imagen de mi en el vientre de mi madre. Ahí, un feto formándose en ella y mi imaginación sin límites observaba mi rostro en ese feto y la veía a ella tal cual fue: hermosa, llena de vida, inteligente, excelente conversadora, hábil en todo lo que se proponía, con su sonrisa coqueta y franca, abrazando su luz y su obscuridad.

“Ella siempre vivirá en mi” pensé, lo sentí y con ello llego a mi vida una profunda tranquilidad. 

Hoy en día pensar en ella me llena de gozo, de entusiasmo, me ubica y me brinda consuelo. Me acompaña, la siento. Tampoco la dejo en paz. De vez en vez cuando me siento perdida y no tengo respuesta digo en voz alta “Rosa ¿Qué hago?” Y si, encuentro sus respuestas.

Hoy vivo con la convicción que en toda perdida hay una o infinitas ganancias. Muchas cosas han pasado en mi vida en estos diez años. La integridad del tiempo hizo su labor y hoy sé que puedo vivir plena y en paz con la ausencia física de mi madre quien es eterna en mi corazón.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/