Río de Janeiro, (EFE).- Latinoamérica, la única región del mundo en la que la inseguridad alimentaria moderada o grave se redujo entre 2022 y 2023, fue presentada este miércoles como ejemplo de que es posible combatir el hambre en condiciones aún difíciles, durante un evento promovido por la FAO en Río de Janeiro.
«Latinoamérica, donde el hambre se redujo por segundo año consecutivo, tiene un mensaje importante para darnos», afirmó el director general de la FAO, Qu Dongyu, en el acto de presentación del informe anual sobre ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo’.
De acuerdo con el informe elaborado por cinco agencias de la ONU (FAO, FIDA, OMS, PMA y Unicef), el porcentaje de la población de Latinoamérica en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave cayó desde el 31,4 % en 2022 hasta el 28,2 % en 2023, lo que aún equivale a 187,6 millones de personas.
Latinoamérica presentó el único descenso, en contraste con África (donde subió desde 57,9 % hasta 58 %), Asia (24,7-24,8 %), Oceanía (24,1-26,8 %) y Norteamérica y Europa (8,5-8,7 %), regiones en las que se mantuvo estable o aumentó ligeramente.
Qu Dongyu destacó que ese progreso se consiguió aún en condiciones difíciles, ya que la región también sufre los efectos de la guerra en Ucrania, de la inflación persistente y de una economía que apenas comienza a recuperarse, así como las secuelas de la pandemia.
Agregó que los números del informe muestran que la mayoría de los países están lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) con el que se comprometieron a reducir a cero el hambre en 2030. Por el contrario, la proyección es que 580 millones de personas aún estarán pasando hambre en 2030.
«Estamos lejos de alcanzar los dos primeros ODS, pero vemos algunos avances, específicamente en Latinoamérica», afirmó Álvaro Lario, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
De acuerdo con Lario, la región mostró que la voluntad política y algunas inversiones públicas pueden ser decisivas en la reducción del hambre y la pobreza.
«En Latinoamérica hubo una reducción de 5,4 millones de personas con hambre crónica. Si esta región pudo progresar, otras también pueden hacerlo», afirmó Máximo Torero, economista jefe de la agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El ministro brasileño de Desarrollo Social, Wellington Dias, dijo que los resultados de Suramérica dan esperanza en medio del desaliento provocado por los datos del informe.
«Algo estamos haciendo bien», afirmó el ministro al destacar los logros en Brasil del presidente Luiz Inácio Lula da Silva desde que asumió su tercer mandato, en enero de 2023.
Agregó que la retomada de los programas sociales de Lula en 2023, con distribución de renta para cerca de 55 millones de familias, permitieron que, según los datos de la FAO, la población con hambre crónica cayera desde el 8 % en 2022 hasta el 1,2 % en 2023.
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