Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Las Formas Desviadas

Por Antonio Magaña. 

Hace más de una década escuché a un politólogo italiano decir que, en México, estaban presentes las «tres formas de gobierno desviadas».

En la antigüedad, Aristóteles, distinguió a los gobiernos que procuran el interés común de los que buscan el interés propio. 

Dijo que las buenas formas de gobierno son la monarquía, la aristocracia y la democracia.

Las consideradas malas, y que representan la degeneración de las buenas, son la tiranía, oligarquía y la democracia extrema o demagogia.

La Monarquía, decía Aristóteles, es el gobierno del más noble con la aceptación del pueblo y el respeto a las leyes; se opone a la Tiranía, donde uno se hace con el poder violentamente y gobierna sin respetar las leyes.

La Aristocracia, el gobierno de los mejores y de mejor linaje, se opone a la Oligarquía, el gobierno de los más ricos.

La Democracia o ‘Politeia’, el gobierno de todos según las leyes establecidas, se opone a la Demagogia, el gobierno de todos sin respeto a las leyes, donde prevalece la demagogia sobre el interés común.

Esas «formas de gobierno» fueron retomadas por Hobbes en el Leviatán:

“Aquellos que están descontentos con la monarquía la llaman tiranía y aquellos que están descontentos con la aristocracia la llaman oligarquía., al igual que aquellos que no les gusta la democracia la llaman anarquía (falta o ausencia de gobierno)”.

En tiempos de Calderón, aquel politólogo italiano, afirmaba que en México estaban presentes las tres formas desviadas de gobierno:

TIRANÍA: porque el ejecutivo toma decisiones arbitrarias sin consultar a nadie, alejado de las prácticas republicanas, de la rendición de cuentas y adoptando los ritos de la monarquía palaciega.

OLIGARQUÍA: porque unas cuantas familias acumulan la mayor parte de la riqueza del país, porque en México 44 de cada 100 personas vive en la pobreza y 11 mexicanos acumulan una fortuna de 125 mil millones de dólares, el 12.4 por ciento del valor de todos los bienes y servicios producidos por la economía nacional.

ANARQUÍA: porque una gran parte de la población vive insegura, hay altas tasas de desempleo, migración, carestía, corrupción, impunidad, inseguridad, violencia; no se respetan las leyes, prevalece la demagogia sobre el bien común y el tejido social se descompone.

Gobernaba Calderón en ese tiempo… a más de 10 años de lo dicho por aquel politólogo, «de cuyo nombre no puedo acordarme», ¿Prevalecen las formas desviadas de gobierno en México?