Las autoridades de la FDA determinaron que un ingrediente fundamental para la consistencia de los refrescos no estará presente en su composición a partir de agosto.
Por Martín Feijóo
A partir del próximo mes de agosto, los clásicos refrescos están por recibir una modificación significativa debido a una nueva regulación impuesta por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos. Esta medida surge de la preocupación por la calidad de vida, ya que se ha descubierto que el aceite vegetal bromado (BVO), un aditivo común en las gaseosas, puede provocar enfermedades a largo plazo con un consumo constante.
La FDA revocó la autorización del uso de BVO en los alimentos, basándose en estudios colaborativos con los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que indican posibles impactos negativos en la salud humana. Desde su inclusión en la lista de sustancias generalmente reconocidas como seguras (GRAS) en 1970, el BVO ha sido utilizado como emulsionante para mantener uniformes los sabores y colores en los refrescos de frutas.
¿Qué implica la regulación y cuándo entrará en vigor?
La norma entrará en vigor el 2 de agosto de 2024. La fecha de cumplimiento de esta regla es aplica un año después de la fecha de entrada de obligatoriedad, para dar a las empresas la oportunidad de reformular, reetiquetar y agotar el inventario de productos que contienen BVO antes de que la FDA comience a aplicar la norma final.
Es decir, nuestros refrescos favoritos a punto de modificar su fórmula para siempre.
¿Qué es el aceite vegetal bromado?
El aceite vegetal bromado es un aditivo alimentario utilizado como emulsionante en algunos refrescos de sabor a frutas. Su función principal consiste en mantener de manera uniforme los sabores y colores en las bebidas, evitando la separación de componentes. Se obtiene mediante la bromación de aceites vegetales, típicamente derivados de soja o maíz.
La bromación es un proceso que implica la adición de bromo, un elemento químico, al aceite vegetal para modificar sus propiedades y aumentar su densidad. Esta densidad adicional permite una mejor mezcla de los ingredientes de las bebidas, asegurando una homogeneidad constante.
El BVO se utiliza principalmente para ayudar a emulsionar refrescos con sabor a cítricos, evitando que se separen durante la distribución, según información de la FDA.
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