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México, país de las maravillas

Por César Villalobos López

Resulta sumamente lastimoso que, a casi seis años de asumir la responsabilidad de encabezar el gobierno federal, el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, con su 4T -cuarta transformación- todavía no se de cuenta de la caótica situación en la que se encuentra el país.

En sus casi seis años en la administración pública, el presidente López Obrador ha sido un consistente predicador, dedicando el mayor tiempo de su mañanera a criticar a todo aquel que no piensa como él, a los comunicadores que investigan y sacan a flote las fallas de su gobierno y la corrupción de sus hijos y colaboradores.

Al campo productivo prácticamente lo ha paralizado, al dejarlo abandonado a su suerte y sin rectoría oficial de la Secretarías de Agricultura y de Economía, aun cuando debemos de reconocer que, en el exterior han trabajado a favor del reconocimiento de nuestro país, como exportador.  

Los proyectos de la 4T, para el campo, le han resultado un verdadero fracaso, al igual que las afirmaciones de corrupción que le sirvieron de pretexto para desmantelar organismos de apoyo al campo productivo. 

Desapareció la Conasupo -Compañía Nacional de Subsistencias Populares- bajo el argumento de la corrupción y dio vida a la SEGALMEX, nombrando como director al Lic. Ignacio Ovalle, quien resultó un pillo de “siete suelas”, porque SEGALMEX salió peor que la “Estafa Maestra”, con un quebranto de alrededor de los 20 mil millones de pesos. 

Ah, ¿pero que creen?

Resulta que Ignacio Ovalle emulo a las aves que cruzan el pantano y no se manchan, porque ignorando el daño patrimonial que bajo su administración SEGALMEX genero al país, el presidente Lopez Obrador, de bote pronto lo exonero, asegurando que era una blanca paloma y que, el quebranto fue producto del engaño que los malvados colaboradores hicieron al director.

En concreto dijo que Ignacio Ovalle, los saco del PRI para colaborar con él en SEGALMEX, pero ellos resultaron pillos.    

Desaparecieron los apoyos del programa de Pro Campo, los destinados a la comercialización de granos y se cayó la producción, para convertirnos en importantes importadores de granos y alimentos básicos.

A zonas a alta producción han canalizado supuestos apoyos con fertilizante gratis, en volúmenes risibles, similares a los que entregan a los productores de autosuficiencia, quienes no los utilizan y los venden al mejor postor.