México bate el récord de remesas de Estados Unidos gracias al narcotráficó

El dinero que envían sus trabajadores expatriados son 63.000 millones de dólares, la quinta parte del presupuesto del país y similar al PIB de Castilla y León o Galicia

Por Javier Ruiz | Cadena SER0

México ha batido el récord de dinero que recibe de sus trabajadores expatriados en Estados Unidos. En teoría, los ciudadanos mexicanos que viven y trabajan en el país vecino han enviado de vuelta a casa 63.000 millones de euros. Una cantidad de dinero similar al PIB de Castilla y León o Galicia en todo un año.

Estas remesas de dinero, que se han duplicado tras la pandemia, ya representan una quinta parte del presupuesto federal, algo que ha celebrado el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, porque además ha motivado la revalorización del peso mexicano. Sin embargo, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ha llegado a la conclusión de que la mayoría de ese dinero proviene del narcotráfico, que está utilizando esas remesas para introducir en el país dinero lavado.

Hay varias pistas que han hecho sospechar a la FED. La primera, que México se ha convertido en el primer país receptor de remesas del mundo sólo por detrás de India, pese a que el país asiático multiplica por 10 a la población mexicana.

La segunda, que el origen de las grandes remesas es de estados donde no hay gran población mexicana. De hecho, el primer punto de origen es Minnesota, con frontera sí, pero con Canadá. En el territorio estadounidense viven apenas 200.000 mexicanos que, para que salgan las cuentas, deberían estar enviando a México unos 2.000 dólares diarios. Y cada vez hay menos no más mexicanos en Estados Unidos.

Y la tercera, que es la que más sospechas levanta en la FED, es que un mes después de que la Reserva Federal publicase la sospecha de que el dinero enviado a México provenía de la droga, las remesas enviadas han caído a la mitad.

México tiene ahora un duro dilema sobre qué hacer con la actividad que sostiene el 20% del presupuesto, que ha reforzado el peso de la economía y el consumo en el país norteamericano.