Pierden por desorganizados
Por César Villalobos López
La globalización de los mercados, incluyendo granos básicos y materias primas del sector primario obligan la modificación de los esquemas de producción, tanto en precios como productividad y compromisos para la comercialización de las cosechas.
Para ello, la organización económica o asociación de los productores es indispensable para la planeación de los cultivos, en base a los mercados o a los contratos con comerciantes o industriales.
Sin embargo, el primer paso, la asociación, parece ser tabú para una buena parte de los poseedores de la tierra en el valle de Mexicali, independientemente de intereses personales o inducidos por terceros que fomentan división y hasta buscan enfrentamientos.
Los sistemas producto, creados en los gobiernos panistas para minimizar o nulificar a las asociaciones y uniones de productores afines a los organismos campesinos integrantes de uno de los tres pilares del Partido Revolucionario Institucional, legalmente ya no existen, aun cuando continúan con vigencia.
En el caso de los trigueros, especialmente los del valle de Mexicali, se han quejado y se quejan -afortunadamente no todos- de limitaciones crediticias y de abusos de los entes financieros, especialmente a la hora de la comercialización de las cosechas.
Los eventos bélicos en el viejo mundo han tenido repercusión en los mercados y especialmente en los precios, y las consecuencias de esas situaciones están por verse para las cosechas del ciclo otoño invierno.
El gobierno de Rusia acaba de anunciar la suspensión de las exportaciones de trigo Durum, del 1 de este mes de diciembre al 31 de mayo de 2024, adicional, Turquía tampoco está exportando Durum, lo que podría beneficiar a los productores de Sonora y Baja California.
Lamentablemente los productores de trigo del valle de Mexicali no están organizados y el Sistema Producto resulta una figura decorativa por la falta de atribuciones legales para garantizar la entrega de volúmenes o la fijación de precios y condiciones a respetar por todos los productores.
A eso súmenle que los productores habilitados tienen el compromiso de entregar sus cosechas a la fuente de crédito, y será con ellos con quienes deberán de negociar, a falta de su organización económica.
Veremos si algún día entenderán
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