Condena al terrorismo y a la violencia

Por Rosa Chávez Cárdenas

Son tantos los conflictos internacionales que afectan la paz en el mundo que ya no sabemos para donde voltear, Ucrania, Israel-Palestina, México. Nos estamos recuperando de la pandemia y pensamos que tantos fallecimientos nos dejarían grandes lecciones de vida, Pero no aprendemos, la cultura de muerte resulta compulsiva, los líderes se enferman de poder y repiten la máxima “El fin justifica los medios” El efecto dominó de los conflictos bélicos complica a todo el mundo. Putin es otro enfermo de poder y resulta complicado entender, el odio y la envidia a los ucranianos, además, el conflicto con tanto resentimiento entre vecinos: Israel-Palestina, en resumidas cuentas, un conflicto histórico e histérico. Las explicaciones son de acuerdo con las filias y fobias, para comprender tenemos que alejarnos de odios y fanatismos. Las personas acumuladoras tienen un gran problema de inseguridad, en este conflicto el problema se resume en que ambos países tienen la inseguridad del territorio, no están seguros del sentido de pertenencia, por tal motivo han acumulado por generaciones resentimientos. La región tiene tanta historia de países en lucha que sigue en el fenómeno de la compulsión a la repetición, la lucha de poder por el territorio. La división del territorio quedó definida en 1949, después de la creación de Israel y la guerra árabe-israelí. Los dos territorios palestinos son Cisjordania que incluye Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza (a 45 Km de distancia) la franja que divide al territorio está controlada por Hamás, el principal grupo islámico que nunca ha reconocido los acuerdos firmados entre las facciones palestinas e Israel. Cisjordania está regida por la Autoridad Nacional Palestina, gobierno reconocido internacionalmente, el principal grupo es Fatah que no es islámica sino secular (laico) Según los expertos para lograr un acuerdo de paz duradera los israelíes tendrían que apoyar un Estado soberano para los palestinos que incluya a Hamás, levantar el bloqueo a Gaza y las restricciones de movimiento de Cisjordania y Jerusalén Oriental. Los grupos palestinos renunciar a la violencia y reconocer al Estado de Israel. Ambos tendrían que lograr acuerdos razonables en materia de fronteras, asentamientos judíos y retorno de refugiados, pero como actualmente está el conflicto, la guerra está declarada. Que frustración a estas alturas de la “civilización” la lucha de poder continua como la peor de las adicciones. La incertidumbre se apodera de nuestra psique, no sabemos que tantas armas destructivas van a emplear para demostrar que son los mejores. 

Pero no podemos voltear a los dos conflictos: Ucrania, Israel-Palestina, en nuestro país también sufrimos los efectos de la guerra declarada por el narco: las mafias secuestran, cobran el derecho de piso como si fuera otro sistema tributario y matan incluso a los inocentes.

Los ciudadanos debemos estar conscientes de la necesidad de agruparnos para exigir al gobierno que cumpla las tareas para las que se comprometió y analizar quién será el mejor candidato que nos regrese la seguridad. Los Jesuitas de México presentaron los resultados obtenidos en el documento “Agenda Nacional de Paz”, se construyó a partir de mil conservatorios con más de 20 mil participantes una comisión de expertos en temas de tejido social, seguridad, justicia y cárceles. El objetivo, abrir horizontes de justicia y paz en este momento critico de la historia de México, inmersos en una violencia sin precedentes. La propuesta es un cambio en la conciencia colectiva, alejarnos de la cultura de violencia para sembrar una del cuidado que reafirme el valor de la vida, la dignidad humana, la fraternidad y la casa común. Promueven la instauración de instituciones sólidas con la capacidad de salvaguardar los derechos humanos. Hacen énfasis en que las fiscalías requieren la adopción de un modelo de procuración de justicia con servicios de calidad y la garantía de derechos individuales, la atención a las víctimas y la reducción de la impunidad. La propuesta son 7 acciones clave por la paz. 1. buenas prácticas en seguridad 2. Mesas técnicas para influir en el tejido social, la seguridad, justicia y el sistema penitenciario 3. Impulsar la Agenda Nacional de Paz con actores políticos. 4. Incorporar a las universidades 5. Atender los factores de riesgo que afectan a los adolescentes 6. Promover nuevas formas de gobernanza con la participación ciudadana 7. Exigir la coordinación de las fuerzas de seguridad y la implementación de estrategias coherentes en todo el país

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del Dolor y Dra. Rosa Chávez

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