Por Antonio Magaña.
Como dicen en el rancho, en los próximos tres años, le van a meter mil millones de pesos al Acueducto.
Le van a dar un necesario y, urgente mantenimiento, un cateterismo, a la principal arteria que mantiene viva a la coqueta Tijuana.
Durante el desgobierno de Bonilla, le dieron un dizque mantenimiento, consistente en pintar, por orden presidencial, uno de sus tramos de color caca, (no es broma).
Por cierto, esa inversión estúpida, está observada en la cuenta pública 2020.
El Acueducto, construido hace medio siglo es, aunque no se le considere así, una obra de seguridad nacional.
¿Qué sería en estos momentos de Tijuana sin el Acueducto?
Si vemos al norte, al otro Acueducto, nos daremos cuenta que nuestros vecinos lo cuidan como a la niña de sus ojos.
El Acueducto Río Colorado, fue construido entre 1931 y 1941. Fue la mayor obra pública durante la gran depresión, empleando a 35 mil sudcalifornianos.
Inicia en el Lago Havasu, entre los límites de California y Arizona, recorriendo 242 millas, 389 kilómetros, hasta llegar al Lago Mathews, en Riverside.
(Nuestro Acueducto tiene 100 kilómetros de longitud)
La obra es monumental: cuenta con cinco plantas de bombeo, 63 millas de canales, 92 millas de túneles, 55 millas de tuberías y 144 sifones.
Bombea agua a más de 400 metros de altura. (Nuestro Acueducto lo hace a 1200).
Su capacidad promedio es de 1.2 millones Acre Pie, MAP, más de 1480 millones de metros cúbicos anuales, 45 M3 por segundo. (Nuestro Acueducto y Acueductito, bombean 5.8 M3 por segundo).
Abastece a 20 millones de californianos quienes, viven en un área de 5 mil 200 millas cuadradas, entre Ventura y San Diego.
El Acueducto Río Colorado es un asunto de seguridad nacional para EEUU y, a pesar de que se construyó hace 80 años, funciona como relojito.
La clave la da a conocer, en su página de internet, la Asociación Americana de Ingenieros CIVILES: mantenimiento cuidadoso y altamente eficiente; limpieza DIARIA a canales, inventario de piezas y bombas centrífugas modificadas que permiten incrementar el flujo original.
Tanto el Acueducto, como la Presa Hoover, son consideradas por la Asociación Americana de Ingenieros, como obras emblemáticas de la ingeniería civil de las que se sienten muy orgullosos.
Nuestro único reconocimiento para nuestro Acueducto fue, pintarlo, color caca.
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