Simulación y política
A medida que avanza la presencia de Andrés Manuel López Obrador al frente del gobierno de México crece la polarización entre la población como producto del desprecio a la seguridad y a tranquilidad que día a día se escucha a través de las conferencias mañaneras del Jefe de la Nación quien llamó, a las fuerzas armadas el país, a combatir el crimen organizado ya la inseguridad con abrazos, no balazos y a los delincuentes les acusaría con sus mamas y abuelas para que les hagan un llamado a portarse bien.
Las fuerzas armadas, por ser el presidente en turno el jefe supremo de las fuerzas armadas, incluyendo ejército y marina, han atendido al pie de la letra las indicaciones de López Obrador, mientras que los delincuentes y malhechores se han pitorreado de los regaños maternales.
El presidente López Obrador esta empeñado en enfrentar a cualquier segmento de la sociedad que difiera de sus propósitos de imponer la cuarta transformación, utilizando todo tipo de señalamiento como que es corrupto, producto del neoliberalismo y hasta acusándoles de traidores a la patria.
Y ello es entendible porque desde aquel momento de su expresión “al diablo con las instituciones”, pero ello se ha venido confirmando a medida que pasa el tiempo, con su férrea fobia a los organismos autónomos, algunos ya desaparecidos, mientras que para otros no quita el dedo del renglón, sin importar que para ello utilice la amenaza y en ocasiones se vuelva cómplice por omisión al utilizar hechos delictivos para para chantajear a cambio de impunidad.
La esperanza de México que en su larga campaña alentó López Obrador entre la población a la que se le vendió la idea de a su llegada acabaría con la corrupción, cuando ésta ha crecido, con la impunidad que va en aumento, al igual que los crímenes que las autoridades relacionan con ajustes de cuentas entre banda de criminales que se disputan las plazas.
Esa esperanza dio a los candidatos de Morena a las dos cámaras del Congreso de la Unión, la supremacía sobre sus homólogos de otros partidos y consecuentemente el control del congreso y del senado, aun cuando no la mayoría calificada, pero ello le ha servido para hacer una seria de reformas que afectan el desarrollo económico del país, al que tiene al borde de la dependencia alimentaria de las cosechas de otros países.
Ese arrastre electoral llevó al congreso de la unión, a las legislaturas de los estados, gubernaturas y alcaldías a una gran mayoría de personas impreparadas, sin pizca de conocimiento de las responsabilidades adquiridas con el voto de aquellos que creyeron en un verdadero cambio que no se ha dado, pero que suma adeptos con las dadivas disfrazadas de apoyo social, para la compra de votos.
Lamentablemente en Baja California, se ha bailado con la mas fea, a partir del paso de Jaime Bonilla Valdez, por la responsabilidad de gobernar, dejando al estado sumido en la corrupción y la delincuencia, un campo en total abandono y finanzas deficitarias.
Bonilla Valdez presumió de una incondicional amista con López Obrador, pero en nada mejoró la llegada de Marina del Pilar Avila Olmeda, quien cada vez que puede muestra su cercanía y ciega obediencia al presidente, sin que, con esa deferencia. se observen resultados positivos para le estado.
El campo continúa en un total abandono, la incapacidad, la indolencia y la falta de visión de sus funcionarios para buscar opciones que permitan la reversión de la caótica situación que se vive cada día, ante la desesperación de quienes aplaudieron la llegada de la 4T.
El principal funcionario, arquitecto, por cierto, buen urbanizador -y experto en elotes según él- aun cuando no ha logrado incentivar el incremento en la superficie con siembras de maíz y Baja California es dependiente de ese gran, así como del llamado huevo de plato,
Ah, pero eso sí, no se cansa de presumir el acondicionamiento de una cafetería en las instalaciones de la Secretaría del Campo y Seguridad Alimentaria, desde la cual, el pasado día 30 escribió “Listo para desayunar y empezar el día. Estoy disfrutando de unos ricos hotcakes en la cafetería de la Secretaría del Campo. Ánimo y buen miércoles”, presumiendo el platillo en su mesa.
En la misma semana se dio cuenta que, en Valle de Las Palmas existe una plantación y procesadora de aceituna, mencionando “Para cerrar el día de hoy, conocí a Enrique Araico Jr., productor de aceituna para mesa y aceite de olivo, me mostro los métodos de la cosecha y procesos que se llevan a cabo en esta producción. Esta industria se ha convertido en una fortaleza de la gastronomía de Baja California”.
Tal vez se le informo que esa plantación data de cuando menos 40 años y ha tenido la visita de titulares de la extinta Secretara de Agricultura, directores de bancos oficiales y otros altos funcionarios, en vida del padre de Enrique Jr.
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