Por Antonio Magaña.
Hay mentes que viven atadas a cuentos, mitos y leyendas del pasado.
Creen, como verdades absolutas, que el descubrimiento de América, el colonialismo español y la religión católica son los culpables de nuestros males actuales.
La culpa de lo que nos sucede hoy, no la tenemos nosotros, sino quienes conquistaron Tenochtitlán hace 500 años. (La gran mayoría eran indios, por cierto).
El presidente López Obrador pidió hoy hacer un “break”, una pausa, un descanso, un quiebre, en las relaciones de México y España, para que “no sigan viendo a nuestro país como tierra de conquistas”.
Gran paradoja que, el presidente pida la pausa a los conquistadores españoles en el palacio virreinal, en la materialización del colonialismo español, en donde vive.
A bote pronto, parece otro de sus conejos sacados del sombrero, para distraernos de los problemas económicos, de la inflación, la inseguridad y el escándalo de su hijo Joserra.
El discurso presidencial coincide con el discurso del presidente venezolano Nicolás Maduro quien, a finales del mes pasado, dijo que España y Europa deben responder por sus crímenes, genocidio y saqueo en América Latina durante la conquista y el colonialismo.
Como si no hubiera problemas en Venezuela, el régimen de Maduro creo una comisión para pedir una compensación económica a España por la reconquista.
Los integrantes de la comisión venezolana, no buscan únicamente una reivindicación simbólica de las más altas instancias del gobierno español y portugués, como la palabra “perdón”, sino también una reivindicación económica que, según ellos, es perfectamente cuantificable.
Cortinas de humo: Colón, Cortez, Pizarro, Núñez de Balboa, Hernández de Soto, Vazco de Gama y sus descendientes, españoles y portugueses, tienen la culpa de todos nuestros males y sufrimientos.
Cuentos…cuentos y más cuentos en lugar de buenas cuentas.
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