MEXICALI. – Juan Meléndrez Espinoza presentó escrito de modificación a la Nueva Ley de Educación promovida por la Diputada María Luisa Villalobos Ávila, Presidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, para dar cumplimiento al transitorio OCTAVO de la reforma al artículo 3º de la Constitución Federal, publicada el 15 de mayo de 2019, y homogenizar la legislación Federal con la Estatal.
Con esta adenda, el Diputado Meléndrez Espinoza busca que los diputados y diputadas integrantes de la Comisión de Educación, incorporen al artículo 41 de la nueva Ley de Educación un tercer y cuarto párrafo, para mantener la figura de los “Huertos Escolares” tanto en escuelas rurales como urbanas, para que la niñez desde edades tempranas pueda conocer las técnicas de cultivo y cosecha para producir sus propios alimentos de consumo familiar o su posible comercialización entre sus comunidades.
Asimismo, se pretende que las parcelas escolares reconocidas en los artículos 63 y 70 de la Ley Agraria, puedan ser utilizadas para producir alimentos dirigidos al programa de desayunos escolares.
“La pandemia del COVID nos ha hecho plantearnos muchos temas, de cara a esta cuarentena y con la perdida de fuentes de trabajo es necesarios que se promuevan programas que permitan a la niñez y adolescencia para contribuir a la economía familiar produciendo sus propios alimentos en huertos familiares, ya sea en la zona rural o urbana; que mejor forma que esta técnica sea aprendida desde la escuela.”, comento el Legislador.
TEXTO DE LA INICIATIVA
Artículo 41. En el Estado se reconoce el derecho de toda persona a gozar de los beneficios del desarrollo científico, humanístico, tecnológico y de la innovación, considerados como elementos fundamentales de la educación y la cultura.
Las autoridades educativas estatal y municipal, en el ámbito de su competencia, promoverán el desarrollo, la vinculación y divulgación de la investigación científica para el beneficio social y el desarrollo de las actividades productivas del Estado.
ADENDA DE DIPUTADO MELENDRES
“Las autoridades educativas estatal y municipal promoverá y apoyarán la creación de huertos escolares en todas las escuelas de educación básica y media superior tanto en zonas rurales como urbanas, a fin de que los alumnos obtengan una herramienta para la autoproducción alimentaria, tanto en sus planteles escolares como en sus hogares”.
“Tratándose de las escuelas rurales o dentro de núcleos de población ejidal que cuenten con parcela escolar, estás podrán celebrar convenios con la Secretaria de Integración y Bienestar Social para proporcionar alimentos con el fin de dar cumplimiento al artículo 3º, fracción XVI, inciso B) de la Ley de Desarrollo Social para el Estado de Baja California”.
ORIGEN DE HUERTOS ESCOLARES
Las parcelas escolares -antecedentes de los huertos en México- aparecen de forma oficial desde 1922; se establecen principalmente en escuelas de las zonas rurales, donde se realizaban diferentes actividades agrícolas y educativas en terrenos asignados por los ejidos a las escuelas.
En el Código Agrario de 1934, se hallan los primeros lineamientos legales en torno a la operatividad de las parcelas escolares determinados por la Secretaria de Educación Pública y el Departamento Agrario. Para 1971, el Código Agrario de 1942 y todo lo relacionado a la parcela escolar habían perdido vigencia, aunque se la incluyó dentro del capítulo IV de la Ley de Reforma Agraria:
Artículo 101: La parcela escolar deberá destinarse a la investigación, enseñanza y prácticas agrícolas de la escuela rural a que pertenezcan. Deberá procurarse que en la misma se realice una explotación intensiva, que responda tanto a la enseñanza escolar, como a las prácticas agrícolas y científicas que se realicen en favor de los ejidatarios. La explotación y distribución de los productos que se obtengan de las parcelas escolares […] se destinarán preferentemente a satisfacer las necesidades de la escuela y a impulsar la agricultura del propio ejido (Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, 1971, p. 25).
La parcela escolar fue perdiendo importancia con el tiempo y su desaparición es una muestra del abandono del campo mexicano y la desvalorización del trabajo campesino frente a los procesos de urbanización y a las políticas de industrialización y modernización
Más historias
Sheinbaum dapalos de ciego enmateria de agua; está mal informada
Fomenta IMSS el autocuidado de la salud para prevenir diabetes
Acuerdan DSPM y Coparmex comunicación permanente