Visión burocrática
Por César Villalobos López
“El Ingeniero Juan Manuel Martínez Núñez, Subdelegado Agropecuario y Encargado del Despacho de la Representación, comentó que la Secretaría sigue funcionando, dado que se continúa avanzando con las actividades, Programas y Componentes dirigidos al sector primario de la región”.
Luego hace énfasis en que “continúa trabajando a favor de los productores agropecuarios y pesqueros de todo el Estado de Baja California, pese a las condiciones de confinamiento decretadas por el Gobierno Federal, por motivo del virus COVID-19”.
“en ningún momento se han detenido las actividades prioritarias de la Representación, así como la atención personal a los productores agrícolas, pecuarios y pesqueros que acuden a solicitar información, asesoría relacionada con los diversos Programas y/o Componentes que durante este año fiscal serán operados en la Entidad y especialmente los correspondientes a la movilización de mercancías agropecuarias al mercado nacional o para exportación”, precisa en una información oficial.
Pero al encargado del despacho de la representación de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, se le olvida que está desatendiendo lo más importante, de la esencia de esa Secretaria, como lo es la rectoría en el sector agrícola y pecuario, además del pesquero.
Concretamente en el Valle de Mexicali se viene arrastrando la irresponsabilidad, incapacidad o importamadrismo de los jefes de todos los programas, mismos que han estado abandonados unos y otros entes, como el Comité Estatal de Sanidad Vegetal, Comité para la Protección Pecuaria de Baja California, donde se manejan los recursos a discrecionalidad de los directivos.
En esto último, no solo se ha contado con la complacencia o complicidad del funcionario de la Sader, sino también de la naciente Secretaria del Campo y Seguridad Alimentaria, permitiendo los dos comités de manejen como organismos autónomos, de otra forma no se explica él porque de la indiferencia en la aplicación de las normas oficiales mexicanas en materia sanitaria y de inocuidad.
Ah, eso sí, en las dos dependencias se ponderan acciones inocuidad y de sanidad y las presumen, olvidándose que son las empresas hortalicitas y los sacrificadores de ganado hacen posible los avances en la materia, ante la complaciente mirada de los funcionarios federales y estatales.
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