Por CATÓN
México está enfermo. Por el coronavirus, claro, pero también por otro virus igualmente nocivo y peligroso. Ese virus se llama 4T. El aberrante populismo de López Obrador, su patente desprecio de la ley, sus caprichosos absolutismos están haciendo que la Nación vaya por un camino lleno de riesgos, ominoso. La conducta de AMLO tiene por momentos mucha semejanza con la de un dictador. Sus dogmas y prejuicios lo mueven a tomar decisiones arbitrarias e inconsultas que causan daños graves al País y lo aíslan cada vez en mayor medida de la comunidad internacional. La última de sus arremetidas fue la cancelación del proyecto cervecero que en Mexicali había iniciado la empresa Constellation Brands. Ciertamente para conocer a plenitud el caso habría que escuchar las opiniones de quienes se han opuesto a esa planta por considerar que su funcionamiento pondrá en riesgo los recursos acuíferos de la comarca. Según los informes disponibles, sin embargo, la dicha empresa había obtenido ya todos los permisos necesarios para su establecimiento y para la construcción de sus instalaciones, incluyendo el estudio sobre impacto ambiental. Si no se prueba que hubo alguna forma de corrupción para conseguir tales autorizaciones cabe preguntar entonces a López Obrador por qué esperó tanto tiempo antes de consumar su acción contra esa obra, cuando se habían hecho ya inversiones millonarias en dólares en ella y sin tomar en cuenta que al impedir el funcionamiento de la empresa se priva de trabajo a millares de bajacalifornianos. De nueva cuenta el Presidente buscó soslayar su responsabilidad personal bajo el disfraz de una “consulta popular” hecha a su personalísima manera, un acto lleno de irregularidades y sin sustento alguno en la legalidad, circunstancia que de cara a la ley hace de la tal consulta un acto sin efecto jurídico alguno, por lo cual a nadie obliga, y carente de todo fundamento racional. Populismo, populismo puro; absolutismo dictatorial sin límites. Tengo amigos en Mexicali y en Tijuana. Unos y otros me aseguran que Jaime Bonilla, gobernador de Baja California e incondicional paniaguado de López Obrador, ha expresado privadamente su contrariedad por la cancelación de la citada empresa, que trae daño económico a su estado y lo priva de una fuente importantísima de empleo. La opinión pública del estado ha manifestado también su desacuerdo ante la medida. Eso por lo que se refiere a los aspectos interiores del asunto. En lo que hace al exterior los males que origina el atropello de AMLO son aún más grandes. Se sabe bien que no hay nada más temeroso que el dinero. Al primer signo de riesgo se va o deja de venir. Lo sucedido en el caso de Constellation Brands habrá de reducir considerablemente el margen de confianza de los inversionistas extranjeros en relación con México, pues verán en él a un país sin leyes en el cual impera la voluntad de un solo hombre y donde un reducido número de votantes en una consulta ilegal puede destruir en un día un trabajo de años y dar al traste con una cuantiosísima inversión. En un ámbito como el que impera en México hoy por hoy, de temor por la pandemia, de alza jamás vista del dólar, de caída en el precio del petróleo, de vacilantes finanzas públicas, de inseguridad, la desorbitada acción del Presidente es nuevo factor de inquietud por el futuro del País. En lo relativo a la epidemia de coronavirus las autoridades de salud nos aseguran que será posible controlarla. ¿Podrá México resistir a ese virus tan activo y de tanta peligrosidad, tan errático y caprichoso, al que nada ni nadie parece limitar y poner freno, que es el régimen absolutista de López Obrador?… FIN.
Tomado de VANGUARDIA.COM
Más historias
Entre Bancos, Empresarios, Políticos, .. y otros temas
Entre Los Surcos…
Astillero…