México, (EFE).- Las prácticas agrícolas tradicionales, desarrolladas por más de 50 años en el norte de México, particularmente, en el estado de Tamaulipas, han provocado la pérdida de fertilidad natural en los suelos y niveles menores a 1,5 % de materia orgánica, residuos vegetales en diferentes grados de descomposición que nutren al suelo.
Mediante un comunicado, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que la agricultura de conservación es la alternativa que ayuda a capturar la humedad necesaria para asegurar el desarrollo de cultivos.
Además de que ayuda a producir alimentos en regiones que presentan problemas de degradación de la fertilidad natural.
La agricultura de conservación “busca recuperar la fertilidad y estructura del suelo, incrementar el contenido orgánico y reducir el uso excesivo de rastra, máquina para labranza”, expresó el investigador del Campo Experimental Río Bravo, CIR-Noreste del Inifap, Martín Espinosa Ramírez.
Explicó que ese sistema de agricultura “conlleva la rotación de cultivos” en sistemas con siembra de gramíneas como el sorgo y maíz con otros cultivos como soya, canola y girasol.
“La soya como una leguminosa, sirve para la rotación en el campo después de sembrar sorgo que es el cultivo principal en Tamaulipas”, expuso.
El especialista explicó que después de seis años, mediante la agricultura de conservación se ha aumentado la materia orgánica en la superficie de los suelos de 1,7 a 2,5 %.
De la utilización de la agricultura de conservación para la seguridad alimentaria en México, Espinosa dijo que debido a las condiciones de sequía y bajos escurrimientos que han impedido la captación del agua en las presas, así como el aumento poblacional, que reclama el recurso para sus necesidades, “se tienen que adoptar métodos que permitan producir alimentos con un sistema más eficiente del agua”.
Explicó que en el mediano plazo se espera que los productores de Tamaulipas utilicen la agricultura de conservación en la mayor parte de la superficie de siembra, mientras tanto, en el norte de la entidad se desarrolla para sorgo y maíz.
En tanto, en el sur de Tamaulipas, este año se está implementado en el cultivo de soya luego de que otros cultivos que han dado buenos resultados con esta actividad agrícola son canola, girasol y garbanzo.
Para persuadir a los productores a modificar las prácticas de una agricultura tradicional, con uso excesivo de la maquinaria, los investigadores de los campos experimentales del CIR-Noreste llevan a cabo cursos, demostraciones y parcelas de transferencia de tecnología.
Además de Tamaulipas, en los estados de San Luis Potosí y en el norte del estado de Nuevo León, expertos del Inifap llevan a cabo la agricultura de conservación aprovechando los ciclos de poca agua para hacer visibles los beneficios de su aplicación en el campo.
Por otro parte, debido a la importancia de sumar esfuerzos hacia el mejoramiento de las técnicas para captura y uso eficiente del agua, el Inifap y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), iniciarán convenios en Tamaulipas para hacer llegar a más productores las mejoras que se obtienen con la agricultura de conservación. EFE
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