Guadalajara, (Notimex).- El titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) de Jalisco, Héctor Padilla Gutiérrez, exhortó a tener conciencia de que actualmente se desperdicia una tercera parte de la comida que se produce en el mundo, problema que en México representa 20 millones de toneladas anuales.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre, destacó que de acuerdo con un estudio del Banco Mundial esa pérdida de alimentos significa que no se generen ingresos por más de 400 mil millones de pesos.
El también expresidente de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), invitó a redoblar el combate contra esta práctica y a incrementar las acciones para combatir la desnutrición en el país.
Consideró que no obstante lo anterior, en la actual administración el crecimiento de la producción agropecuaria no tiene precedente, ya que el país se colocó entre los primeros del mundo y Jalisco confirma porque es el Gigante Agroalimentario de México.
Manifestó que Jalisco se ha posicionado como el principal productor de huevo, maíz y leche, arándano, frambuesa, chía, tilapia, carne de cerdo y de pollo, “o sea, es líder en productos agrícolas, pecuarios y acuícolas”.
Dijo que la entidad contribuye con 55.24 por ciento de la producción nacional de huevo, “que es un alimento que nunca falta en la comida de los mexicanos, gracias a su alta fuente de proteína”.
En cuanto al maíz, comentó que en algunas zonas del estado la cosecha llega a las 20 toneladas por hectárea y adelantó que debido a la abundancia de lluvias se espera un incremento en la producción para el próximo ciclo primavera-verano.
Resaltó que además del Día Mundial de la Alimentación, también se conmemora en este mes el Día Internacional de las Mujeres Rurales, ya que en los países en desarrollo la mayor parte del trabajo femenino se dedica a la agricultura.
“Aunque los hombres normalmente aran los campos y guían a los animales de tiro, las mujeres hacen la mayor parte del trabajo relacionado con la siembra, escarda, fertilización y recolección de los alimentos básicos, como el arroz, trigo y maíz, que representan más de 90 por ciento de la dieta de la población rural pobre”, dijo.
Enfatizó que la contribución de las mujeres a los cultivos secundarios, como las legumbres y las hortalizas “es todavía mayor, pues se producen en huertos familiares cuidados por ellas, los que son notablemente eficientes y fundamentales para el bienestar nutricional y económico”.
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