Cambio sin regresión
Por César Villalobos López
El triunfo que llevará, a la presidencia de la república, a Andrés Manuel Lopez Obrador, ha generado una serie de expectativas de todo tipo, a la par de dudas y desconciertos sobre sus futuras acciones, especialmente hacia el sector rural, de todos los niveles económicos.
Mientras que, en el sur y centro del país, el minifundista recibe con alegría un saco de fertilizante para aplicarlos en sus siembras, en ocasiones todavía cultivadas con mulas y yuntas de bueyes, en el norte, individuos con grandes extensiones –propias o rentadas- anhelas tratamientos de cartera, con borrón y cuenta nueva.
La cantaleta del pretexto para esa pretensión es que, “producimos alimentos”, cuando muchos de ellos tienen varios años arrastrando la cobija por bajos rendimientos atribuidos a un sinnúmero de situaciones esgrimidas que, en ocasiones no se pueden comprobar o justificar.
Sin duda, las situaciones adversas se han presentado a lo largo de los ciclos, a veces por la voracidad de las empresas que elaboran contratos leoninos, mismos que aceptan y firman los acreditados por necesidad y en ocasiones por pillerías a futuro, como justificante.
A toro pasado, varios grupos de productores se vienen reuniendo y aprovechan cualquier medio para lanzar al aire acusaciones contra empresas, dependencias y funcionarios, culpándoles de sus fracasos económicos por los bajos rendimientos en sus cultivos, en especial el trigo.
Entre los participantes hay quienes buscan ser tomados en cuenta por el nuevo gobierno para ocupar algún cargo pagado con recursos del erario, otros tratan de rescatar gastos de fallidas campañas, mientras que algunos tratan de reintegrarse a las actividades productivas mediante tratamiento de sus carteras, con quita de intereses y un porcentaje de la suerte principal, siendo estos los que tienen saldos menores, pero quienes adeudan varios millones de pesos pretenden lograr el “borrón y cuenta nueva”.
Ah, pero también quieren que sus nombres desaparezcan del Buró de Crédito, olvidándose de su largo historial de incumplimientos y corrupción que, gracias a la impunidad producto de la complicidad de funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, solo para poner un ejemplo, no han tenido un castigo.
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