No veo, no oigo
Por César Villalobos López
Resulta muy lamentable que por intereses de diversa índole se dé al traste con la simulación de funcionarios federales y estatales a programas fitosanitarios que han sido ejemplares pilares en el combate de plagas que en otras zonas y aquí mismo afectaron la economía de los productores, como los del algodón, con el gusano rosado.
La rectoría oficial, pese a todas las manifestaciones publicitarias de los funcionarios de todos los niveles, en la actualidad es letra muerta, en Baja California, no hay delegado de Sanidad Vegetal y en el pasado reciente, cuando existía, no atendía su responsabilidad, pero para su co0modidad, nadie le llamó la atención, fue solapado.
En el otro caso, el del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de BC, la situación se ha vuelto caótica, a partir de que su presidente, a punto de concluir su gestión y pretendiendo la reelección para un periodo más, nos referimos al floricultor Héctor Lara Soria, nunca se preocupó por conocer y menos por atender a los agricultores del valle de Mexicali, nos referimos a los productores de algodón, trigo y alfalfa, dejando el manejo del Comité en manos de su gerente, el Ing. Roberto Roche Uribe.
Los dos personajes demostraron un total desprecio por la observación de los estatutos o lineamientos operativos del Comité Estatal de Sanidad Vegetal, han hecho lo que les viene en gana, pretendiendo imponer cuotas arbitrarias, situación que hizo crisis con miembros y directivos del Sistema Producto Algodón, quienes pusieron el grito en el cielo y demandaron la presencia de Lara Soria, a quien no conocían.
Se supone que el establecimiento de cuotas debe de ser con el acuerdo de los productores que pagaran, previa presentación de una justificación técnica que con la representación de los agricultores sea aprobada en una reunión de Comité.
Sin embargo, nada de eso ocurría y para el colmo del manejo discrecional se tomó la determinación de acabar con la operación del laboratorio que por muchos años fue un importante apoyo para los productores agrícolas del valle de Mexicali.
Las páginas de este semanario están abiertas para cualquier aclaración de quienes se sientan afectados o para los funcionarios que consideren no estamos apegados a la realidad.
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