De Zedillo a Peña Nieto
“El presidente Enrique Peña Nieto destacó que gracias a la reforma energética, 99 por ciento de los hogares mexicanos ha visto una disminución real en el precio que pagaban por la energía eléctrica.
“Prácticamente la totalidad de los hogares pagan 10 por ciento menos por este servicio, mientras que las tarifas para comercio y la industria, aunque varían, son menores a las que se pagaban en el 2012, resaltó el mandatario federal.
“Durante el inicio de pruebas de operación de la Conversión de la Central Ciclo Combinado Empalme I, apuntó que fue a partir de esta reforma, “de este cambio estructural que ha tenido la CFE, que no han aumentado los precios que pagan las familias mexicanas”.
“En el marco de la conmemoración del 80 aniversario de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), indicó que la empresa productiva del Estado se ha transformado para hacer un sector más productivo, que contribuyera a tener un país más competitivo, “para que haya más productividad, más industria, y que ello depare oportunidades para todos los mexicanos. Bienestar y mayor calidad de vida”.
Este anuncio del presidente Peña Nieto lo hizo en presencia de los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano; de Hacienda, José Antonio Meade, y el director de la CFE, Francisco Hernández Martínez, destacando que, hoy México es el segundo país de América Latina con mayor capacidad de energía eléctrica.
Hasta ahí todo está bien, pero el Jefe de la Nación da la impresión de no estar enterado que en zonas cálidas como Mexicali y San Luis, R.C. Sonora, la gran mayoría de los jefes de familia sudan la gota gorda para pagar el recibo por consumo “moderado” de energía eléctrica a la empresa “Suministrador de Servicios Básicos”, al rebasar los 1,200 Kwh mensuales.
Ese consumo no es por gusto, menos por un lujo de los ciudadanos, sino por la necesidad de mitigar el calor al interior de las viviendas, generado por las altas temperaturas de la región, en busca de cierto confort para las familias.
Pero que se puede esperar de Peña Nieto, si ni Ernesto Zedillo atendió el reclamo de los cachanillas y por el contrario les advirtió el corte del servicio, si no pagaban el recibo… ¡Verdad que si Casimira!
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