Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Congresos corruptos

Nos llamó la atención lo mencionado por Leo Zuckermann en su columna Juego de Poder, publicada en el periódico Excélsior, bajo el epígrafe: “Detrás de un gobernador corrupto hay una Legislatura corrupta”
“En México hay 32 congresos locales que supuestamente representan los intereses de los ciudadanos. Su papel es legislar, aprobar el presupuesto anual, revisar las cuentas públicas, fiscalizar a los otros poderes, ratificar ciertos nombramientos y retirar el fuero a funcionarios acusados de delitos graves. No ha sido el caso en México”.
Los integrantes de los congresos estatales y los del congreso de la unión, con sus dos cámaras, salvo los que no participan de los beneficios económicos adicionales por estar a favor o apoyar determinadas iniciativas, se han convertido en comparsas de todo tipo de acciones de los gobernadores y del presidente de la república, olvidándose que su origen es la representación de los ciudadanos, en contrapeso al poder ejecutivo.
En el caso de las comisiones especiales, como la agricultura y/o recursos hidráulicos, tanto estatal como federal, generalmente son presididas por diputados ajenos a los sectores, como en las dos últimas legislaturas ocurrió en Baja California, con un empresario de turismo y con un médico -especialista en acarreo de materiales pétreos, servicio pagado con recursos del erario federal-, como lo fueron Marco Antonio Novelo Osuna, hoy alcalde de Ensenada y actualmente el ex diputado federal y Dr. Sergio Tolento Hernández.
A nivel nacional, las comisiones homologas tienen a elementos manejables, unos por intereses económicos que son generados por contratos, algunos para suministro de materiales requeridos en programas de la Secretaría de Agricultura, como el de impulso a la producción de alimentos con aves, cerdos, cabras, ovinos, conejo y otros animales así como huertos familiares.
Otros se conforman con aparecer como comparsa al lado de quienes tienen el control de las comisiones, situación que aprovechan para “charolear” frente a grupos de productores para medrar políticamente con el cuento de que les van a apoyar en sus gestiones, como es actualmente el caso del precio del trigo.
Así las cosas, hay que analizar la probidad –si la tienen- de los legisladores de todos los partidos.

 

 

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