Editorial…

A la vieja usanza

Desde hace muchos años, los altos funcionarios federales, empezando por los presidentes de la república, han sido envueltos en una impenetrable burbuja para evitar entrevistas o cuestionamientos de reporteros de los medios locales.
Ellos prefieren hablar con los reporteros afines, comisionados por los medios con sede en la capital del país y que por regla general viajan en el mismo avión.
Pero no solo ellos, en Baja California se tiene el caso de quienes ocupan cargos de administración en el Organismo de Cuenca de la Comisión Nacional del Agua, quienes, al igual que su jefe directo Roberto Ramírez de la Parra, asumen la postura del avestruz, aun cuando es el enlace directo del presidente Peña Nieto con el gobierno de “Kiko” Vega.
La alusión anterior es para destacar la apertura de José Eduardo Calzada Rovirosa, Secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, durante la reunión con directivos y algunos representantes de los Sistemas Producto, en el Museo del Vino, en valle de Guadalupe, sin obstáculos a la prensa para la cobertura de la información.
En el caso de los advenedizos del agua podríamos entender la cerrazón por la ausencia de conocimientos en todos los aspectos que involucra el hidráulico, tanto para la agricultura, los usos urbanos, los servicios y la industria, además de la desalinización, el tratamiento de las aguas de retorno, la infraestructura y otros.
Los mismos altos funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, en ocasiones se quejan de la información que llega a los medios de comunicación con una visión unilateral de quien la proporciona, en este caso el gobierno de Baja California, pero el organismo de cuenca carece de un mecanismo que emita la información concreta y es que siempre se está cuidando el ingrediente político.
Ahora la situación es más difícil para los funcionarios de la Comisión Nacional del Agua y es que como enlace entre el gobierno federal y el gobierno de Baja California, Roberto Ramirez de la Parra y sus colaboradores deberá de cuidar más los aspectos políticos que los técnicos, en cuanto al trato con el gobernador Francisco Vega de Lamadrid y sus colaboradores, pese a que algunos de ellos, más que colaborar son un lastre para el Ejecutivo Estatal.
En fin, opiniones directas, nada, solo información de segunda mano y ad hoc a quien la emite.

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