A río revuelto
La ausencia de auténticos liderazgos en el valle de Mexicali, así como la falta de rectoría oficial, por el disimulo funcionarios, como consecuencia de intereses económicos, políticos o por ignorancia, -como ocurre en la Comisión Nacional del Agua-, han permitido el surgimiento de iluminados que, con gritos, calumnias y mentiras pretender ser dueños de la verdad.
Por lo ocurrido durante la reunión del lunes 31 de agosto, con directivos de la cervecera Constellation Brands, tenemos la impresión de que los expositores, en su mayoría, consideran que el que más grite, el que más mentiras diga, si bien gana el aplauso fácil, sus expresiones son desechadas por falta de sustento.
Una buena parte de los participantes improvisaron sus participaciones en base a los comentarios y las versiones que los alborotadores les dieron sobre el agua a utilizar por la firma cervecera, sin descartar la posibilidad de engañosas ofertas.
Si bien los directivos de la S. de R.L. con Leonardo Gaspar Sánchez a la cabeza, gestionaron la reunión con los ejecutivos de Constellation Brands, su intervención fue cuestionada duramente, con acusaciones de complicidad e intereses personales y sus detractores así lo difundieron inclusive en algunos medios electrónicos.
Lo grave de la ausencia de liderazgos, es que tranquilos y exitosos productores caen en el perverso juego de quienes arrastran una larga cola de corrupción y manipulaciones paralelas al interés de incrustarse en directivas de módulos, algunos ya con experiencia en los cargos que les han servido para disponer del agua a su antojo, en ocasiones sin pagarla.
Hay quienes consideran que funcionarios menores del gobierno del estado impulsan la participación de algunos productores en los movimientos, sin conocimiento del gobernador Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid y receptor principal de los ataques y señalamientos, lo que no es de dudarse por la forma en que se soslayan los problemas del campo.
La industria cervecera, generadora de empleo, como producto de una gran inversión, no merece el tratamiento de quienes se erigen como adalid de los usuarios del agua y permiten que sus homólogos dedicados a las siembras de alfalfa continúen haciendo de las suyas al utilizar mayores volúmenes de agua que el resto de los cultivos.
Aqui se materializa aquello de que: “a rio revuelto ganancia de pescadores”, de que “en tierra de ciegos, el tuerto es rey”, aquello de “el que tiene más saliva traga mas pinole”.
Y las autoridades, bien gracias.
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