
La enfermedad no tiene un tratamiento efectivo cuando ya está presente en el predio, ya que su presencia se debe a la siembra de semilla infectada
Recomiendan no aplicar fungicida en predios que manifiesten síntomas
Con el objetivo de constatar la presencia de carbón volador (Ustilago tritici), cuantificar la intensidad de su presencia y efectuar recomendaciones sobre su manejo, autoridades de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en coordinación con el personal del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Baja California (CESVBC) e investigadores del INIFAP, realizaron un recorrido de campo por el Valle de Mexicali.
El Lic. José Antonio Ramírez Gómez, titular de la Dependencia Federal en el Estado, informó que el recorrido se llevó a cabo por la zona productiva del Centro de Apoyo al Desarrollo Rural Sustentable (CADERS) Benito Juárez y contó con la participaron del personal del Distrito de Desarrollo Rural 002, Río Colorado, que encabeza el M.C. Carlos Zambrano Reyes, el M.C. Mariano González Loc, Director del INIFAP en Baja California, el representante del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, el Ing. Héctor Reyes Bernal, así como el Gerente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal (CESV) el M.C. Roberto Roche Uribe.
Comentó que durante el recorrido, los participantes pudieron constatar la presencia de la enfermedad conocida como carbón volador causada por el hongo Ustilago tritici, la cual se manifiesta principalmente con la aparición de esporas en la espiga, las cuales se aprecian como un polvo negro que sustituye al grano y a las estructuras de la espiga que rodean al grano, volviendo inútiles esas espigas.
Aclaró que la enfermedad no tiene un tratamiento efectivo cuando ya está presente en el predio, ya que su presencia se debe a la siembra de semilla infectada, por lo que las medidas de control son básicamente preventivas, utilizando semilla certificada, aplicando la rotación de cultivos y mediante el uso de variedades de trigo tolerantes, principalmente del Grupo 5, entre otras.
“Es importante que el productor revise la incidencia de la enfermedad en su parcela y, de ser necesario y técnicamente posible, destruya las áreas en las que se presente con mayor severidad. Afortunadamente se prevén condiciones poco favorables para la proliferación del hongo, puesto que éste requiere más de 65% de humedad relativa en el ambiente y temperaturas máximas de 21°C, condiciones que no se pronostican para los próximos días”, aseguró.
El funcionario indicó que no es necesario tomar más acciones, puesto que la reinfección de las espigas que rodean a una planta enferma, una vez que la floración ya ha pasado, ya no se manifestará en el ciclo presente ni afectarán el rendimiento, pero sí quedará latente en el grano una vez que madure, de ahí la importancia de no utilizar este grano para siembra y destinarlo a molienda para reducir la incidencia de la enfermedad al próximo año. Por lo mismo, ya no se recomienda el uso de fungicidas en acciones de tipo curativo en esta etapa del cultivo.
Finalmente, declaró que por lo general, las esporas que producen en esas plantas infectadas se dispersan y se asientan en el ambiente, pero no logran infectar de manera efectiva las plantas que ya están establecidas en el mismo ciclo productivo. Su acción se focaliza en la contaminación de las semillas, que, al germinar en la siguiente temporada, darán origen a nuevas plantas infectadas. Así, la transmisión es fundamentalmente vertical, es decir, de semilla a planta, y no horizontal (de planta a planta en el mismo ciclo).
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