México está contra las cuerdas ante Estados Unidos en el pleito que sostiene contra el maíz transgénico, debido a que el gobierno de López Obrador tomó decisiones unilaterales contra los organismos genéticamente modificados sin advertir a EU y Canadá
Por Gabriela Hernández
PUEBLA, Pue. – Aunque es inminente la derrota de México en el panel de controversia que Estados Unidos promovió para liberar la importación de maíz transgénico, la prohibición de siembra comercial de ese tipo de semillas en nuestro país prevalece gracias a la demanda colectiva que, desde hace 11 años, presentaron 53 ciudadanos y 22 organizaciones civiles.
David Rivero Fragoso, representante legal de la acción colectiva, advierte: si el panel arbitral se va a perder, es porque el gobierno mexicano incumplió los procedimientos que establece el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) al emitir el decreto del 31 de diciembre de 2020 (sustituido el 13 de febrero de 2021) firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues omitió notificar a sus contrapartes y darles oportunidad de pronunciarse al respecto.
“Hay que dejar clarísimo que no se está perdiendo el panel por argumentos científicos; no se trata (de) si se logró demostrar la seguridad del maíz transgénico, si hace o no daño a la salud o al medio ambiente, y sobre todo los efectos en la diversidad de los maíces nativos de México. Ni siquiera se va a discutir o analizar eso en este panel”, explica.
Es por ello, considera, que el juicio que mantiene la Colectividad de Titulares del Derecho Humano al Medio Ambiente Sano para el Desarrollo y Bienestar de las Personas, desde el 5 de julio de 2013, para que se prohíba de manera definitiva la siembra de maíz transgénico en México, no será afectado por la resolución de este panel en favor de las trasnacionales.
“Son litis distintas”, indica, “el panel se va a perder por omisiones administrativas, mientras que en este juicio (presentado por la colectividad) sí se están analizando esos efectos”.
Considera que el gobierno de México debió haber contrademando a Estados Unidos, porque al no hacerlo aceptó jugar en los términos de referencia que fijó ese país en este panel. “Si hubiera contrademandado, habría reglas del juego más parejas”, resume.
De hecho, revela que al hacerse público en agosto de 2023 que la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) notificó a la Secretaría de Economía (SE) su intención de dirimir en un panel arbitral del T-MEC sus diferencias sobre la regulación mexicana del maíz transgénico, esa colectividad buscó acercamientos con funcionarios de la dependencia, dentro del gobierno del entonces presidente López Obrador.
“Sobre todo para decirles ‘tenemos información, tenemos pruebas, reconocimientos de las autoridades, tanto de la Semarnat como de la Sader (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural), sobre que hay presencia de maíces transgénicos en el campo mexicano, aunque esto no ha sido permitido’; es decir, que hay liberaciones ilegales que prueban los riesgos, pero no fuimos escuchados”, relata Rivero Fragoso.
Estuvimos cabildeando con muchas personas dentro (del gobierno para que se contrademandara) y nadie quiso”, recuerda, “no sé si fue miedo o porque como país aún se tienen reticencias del colonialismo, en donde, como gobierno, se prefiere una posición sumisa y creo que eso ha permeado en la manera en que México se ha defendido en este panel.
Además, menciona, porque pese a que hay un gobierno que se asume de izquierda, dentro de él hay actores “de todo tipo y con muchos intereses”. Así, señala, lo mismo hay “buenos aliados” en la defensa del maíz, que “personas que están con la contraparte”.
FALLAS EN LA ESTRATEGIA MEXICANA
En diciembre de 2023 y en mayo de este año la representante común de la colectiva, la académica Mercedes López Martínez, entregó escritos dirigidos a la entonces titular de la Secretaría de Economía, Raquel Buenrostro Sánchez, en los que se solicita que México contrademande a Estados Unidos por incumplir disposiciones del T-MEC.
“México no ha recibido los beneficios pactados en el T-MEC debido a la ausencia de análisis de riesgo y de estudios científicos que garanticen que las exportaciones de maíz a nuestro país, así como posibles derivados agrícolas, cumplen con las características de ser inadvertidos (artículos 3.12 y 31.2c del T-MEC) para la ingesta del pueblo de México y para la diversidad biológica de los maíces nativos”, expone esa solicitud.
Y considera como “trato discriminatorio” que se mantenga un conjunto de medidas al vender Maíz Genéticamente Modificado (MGM) en México con un análisis de riesgo de la ingesta de la población de Estados Unidos, que es muy distinta a la mexicana, pues aquí el maíz es uno de los principales alimentos, mientras que en el país vecino el consumo en personas es mínimo y se usa más para procesos industriales, forrajes y exportación.
De acuerdo con la misiva, no es México el que debe probar que el maíz transgénico causa daño, sino que…
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