En cuanto a la GN, el documento señala que se incumplieron tres promesas en el sexenio anterior: no quedó conformada por 150 mil elementos, no fue de carácter plenamente civil y no contó plenamente con competencias policiales
Al afirmar que la presencia de la Guardia Nacional no tiene efecto en la reducción de homicidios, por el contrario, su ausencia abona a la pacificación, la organización México Evalúa informó que los entes militares gastaron un total de mil 24 millones de pesos de 2019 a 2023. Es decir, 72.2% del gasto total de las instituciones de seguridad pública, mientras que las instituciones civiles solamente ejercieron 27.8%.
“Mientras los entes militares gastaron como nunca en la historia, desapareció el Fondo que apoyaba a las entidades federativas en el combate a la delincuencia, el Fortaseg. Ello dejó a cientos de los municipios más violentos del país sin recursos para financiar sus capacidades institucionales, lo que aumentó su dependencia hacia la federación”, señala el informe (In) Seguridad Pública en México, 2018-2024.
Además, explica, las instituciones locales de seguridad tuvieron una contracción: de 2018 a 2023, su personal se redujo 34%, lo que revela la dificultad de construir carreras policiales a largo plazo, debido a las condiciones de precariedad laboral e inseguridad.
En cuanto a la Guardia Nacional, dice el documento, se incumplieron tres promesas en el sexenio anterior: no quedó conformada por 150 mil elementos, sino por 126 mil 203; no fue de carácter plenamente civil, ya que en la práctica 94% de sus miembros son militares; y no contó plenamente con competencias policiales, pues apenas 69% de los efectivos obtuvo el Certificado Único Policial.
“Aunque la Guardia Nacional mantuvo una alta frecuencia de operaciones en entidades con severos problemas de violencia asociada al crimen organizado, como Sonora o Colima, también estuvo ausente en entidades con problemáticas similares como el Estado de México, y brindó atención desmedida a territorios que no padecen crisis severas de violencia homicida, como Oaxaca. Es decir, no existe claridad sobre los criterios que guían su despliegue”, denuncia.
A nivel general, el documento concluye que las operaciones de la Guardia Nacional fueron prácticamente irrelevantes para explicar la reducción del homicidio doloso a nivel subnacional. Por el contrario, se demostró que la ausencia de sus elementos abona a los procesos de pacificación.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador cerró con un total de 196 mil 911 defunciones por homicidio doloso a nivel nacional –la cifra más alta en la historia reciente–. Aunque se registró una reducción de 17.3% de la violencia homicida a nivel nacional, México Evalúa explicó que el saldo es negativo pues no sólo existen dudas sobre la consistencia de los datos oficiales, sino que incrementaron otras formas de violencia criminal.
“La prioridad para AMLO fue la militarización de la seguridad pública, en detrimento de la construcción de capacidades locales para transitar hacia la pacificación sostenida.”, apuntó Armando Vargas, coordinador del programa de seguridad de México Evalúa.
Por otro lado, en cuanto a la violencia político-criminal –los ataques a las personas vinculadas a procesos electorales–, el análisis apunta que, de 2018 al 2024, las víctimas incrementaron 227.3% a nivel nacional, al pasar de 161 a 527.
“Los territorios afectados aumentaron 72.2%, pasando de 126 a 217 municipios. En dicho periodo, prácticamente hubo una agresión diaria en contra de actores político-administrativos”, lamentó la organización.
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