Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Caborca, territorio estratégico bajo el control del crimen organizado

La región de Caborca, históricamente conocida como un punto clave en las rutas del narcotráfico y la migración, enfrenta ahora una ola de violencia que no discrimina. Balaceras constantes, asesinatos y secuestros son parte del día a día.

Habitantes relatan cómo los sicarios de nueva generación, mejor armados y organizados, han invadido las comunidades, desplazando incluso a los criminales locales. Estos grupos «no son de aquí», y su brutalidad está desbordando los límites de lo imaginable.

La falta de control por parte de las autoridades ha permitido que estas zonas se conviertan en territorios de guerra, afectando tanto a los locales como a migrantes y visitantes.

EL MIEDO AL ABANDONO: ¿TRUMP COMO «SALVADOR»?

En medio de la inseguridad, algunos ciudadanos ven en la retórica de Trump un “salvavidas” contra los cárteles, incluso si eso significa aceptar una intervención militar extranjera. Sin embargo, este pensamiento, alimentado por el miedo, no considera las graves implicaciones de tal acción:

* Daños colaterales masivos en las comunidades afectadas.

* Violación de la soberanía nacional, abriendo la puerta a intereses externos sobre los recursos de México.

* Agudización de la crisis humanitaria, similar a lo ocurrido en otras naciones con conflictos internos.

EL FRACASO DE LAS AUTORIDADES LOCALES

En este escenario de crisis, la ineptitud de las autoridades locales y estatales en Sonora agrava la situación. El actual gobernador, Alfonso Durazo, quien lideró la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a nivel federal, ha sido incapaz de contener la escalada de violencia.

Ciudades como Guaymas, Empalme, Altar y Caborca se han convertido en zonas prácticamente incontrolables, a pesar de la creciente presencia militar. Mientras tanto, Durazo promueve proyectos de dudosa transparencia, como el llamado Plan Sonora, que podría terminar beneficiando a intereses extranjeros en detrimento del desarrollo local.

EL RIESGO DE LA MILITARIZACIÓN Y LA GUERRA DE TRUMP

El temor de que Donald Trump vuelva a la presidencia de Estados Unidos y lleve a cabo su amenaza de una guerra contra los cárteles preocupa tanto a analistas como a ciudadanos. Trump ha utilizado el discurso de los “bad hombres” para justificar su retórica bélica, señalando a México como una fuente de los problemas de adicción y violencia en su país.

Una intervención militar extranjera, bajo la premisa de atacar a los cárteles, no resolvería los problemas de fondo:

* La demanda de drogas en Estados Unidos.

* El tráfico de armas desde territorio estadounidense hacia México.

* La corrupción y negligencia en los gobiernos locales y estatales mexicanos.

SHEINBAUM Y HARFUCH: LA ESPERANZA EN UNA NUEVA ESTRATEGIA

En este panorama, el gobierno de Claudia Sheinbaum, con el apoyo de su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, tiene el reto monumental de recuperar el control de Sonora y otras regiones en crisis.

Las prioridades deben incluir:

1. Desmantelar a los grupos armados que operan en Caborca y zonas colindantes.

2. Fortalecer las instituciones locales, devolviendo a las comunidades la confianza en sus autoridades.

3. Impulsar acuerdos internacionales que enfrenten el narcotráfico desde un enfoque integral, considerando tanto la oferta como la demanda.

4. Transparencia en proyectos locales, como el Plan Sonora, para evitar que sean aprovechados por intereses extranjeros.

EL LLAMADO A LA UNIDAD NACIONAL

La situación en Caborca no es solo un problema local, sino un llamado a la acción para todo el país. En un momento crítico, México necesita unidad nacional para enfrentar tanto la violencia interna como las amenazas externas.

La solución no está en aceptar intervenciones extranjeras ni en permitir que el miedo dicte el futuro de las comunidades. México tiene los recursos, las capacidades y la fuerza para superar este desafío, siempre y cuando exista una estrategia clara y un liderazgo firme.