San José, (EFE).- Latinoamérica y el Caribe es una región que posee un enorme potencial para el desarrollo de la bioeconomía como una actividad esencial para el uso sostenible de los recursos naturales, afirmaron expertos y organizaciones en un informe publicado este miércoles.
El ‘Informe de Situación y Perspectivas de la Bioeconomía en América Latina y el Caribe’ define la bioeconomía como una actividad que cuenta con el protagonismo de la ciencia, la tecnología y la innovación para el aprovechamiento de los recursos y los principios biológicos con un acento en la sostenibilidad ambiental y la agregación de valor en cascada.
El estudio destaca que América Latina y el Caribe posee un enorme potencial para el aprovechamiento de la bioeconomía, ya que cuenta con el 40 % de la biodiversidad mundial y seis de sus países han sido catalogados como megadiversos.
Además, el 33 % del territorio de la región está protegido en áreas naturales y 24 de sus naciones tienen instituciones dedicadas a fomentar la innovación en agricultura y sistemas agroalimentarios.
“Nuestras actividades siguen calentando el planeta y nuestras acciones para contrarrestarlo son insuficientes. Ante la incertidumbre que genera el panorama global, la bioeconomía debe ser uno de los puntales de la ruta innovadora que propicie un uso sostenible de los recursos naturales”, dijo en un comunicado el representante residente en Costa Rica del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), José Vicente Troya.
El informe fue elaborado por 15 organizaciones, entre ellas el PNUD, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Iniciativa de Finanzas para la Biodiversidad (BIOFIN), Fontagro, el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), la Alianza Bioversity-CIAT, la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y la Oregon State University,
El documento señala que la región ha dado pasos hacia nuevos desarrollos de la bioeconomía como biocombustibles, biorrefinerías, biotecnología, aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, turismo de la naturaleza e intensificación sostenible.
Sin embargo, aún hay retos pendientes como acelerar el paso en la construcción de una agenda de la bioeconomía que incluya un aumento de la inversión y el financiamiento, el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento de estrategias, políticas y marcos normativos. EFE
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