Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

De Frente…

Romantizar Acapulco

Por: Miguel Ángel Mata Mata *

LA LECCIÓN

Decía, con sabiduría, el decano del periodismo en Guerrero, Mauro Jiménez Mora, de manera recurrente: “es más fácil que vuelva a suceder, que deje de haber sucedido”.

Así, con el huracán Otis. Será más fácil que la tormenta se repita, a que ésta jamás haya sucedido.

Ojalá hayamos aprendido la lección.

LO QUE PASÓ

La tormenta, a la que algunos amigos que presumían su ateísmo, derivado de su supuesta militancia comunista, describieron como el Demonio en persona, al tiempo que, hincados, rezaron mil veces el Padre Nuestro, nos dejó lecciones.

Nos dejó sin energía eléctrica al tirar todos y cada uno de los postes que conducen el cableado eléctrico en la ciudad.

Nos dejó sin agua, al dañar las bombas en el Río Papagayo, desde donde viene la mayor cantidad de agua lo que, aunado al poco almacenamiento por vivienda en la ciudad, nos sumió en una severa crisis de abasto.

Nos dejó sin ventanas ni techos, cuando estos fueron de láminas, tejas u otro material ligero.

Nos dejó con el Jesús en la boca, el miedo que aún no sale de nuestros estómagos y corazones y la temerosa incertidumbre de que volverá la próxima temporada de huracanes.

LO QUE VIENE

“Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes” es una frase que se le adjudica desde hace varios años al físico Albert Einstein.

He aquí que, en Acapulco, será una locura hacer lo mismo y esperar que otro huracán no haga el mismo daño que nos ha dejado Otis.

¿Qué es hacer lo mismo?

Lo mismo sería montar otra vez los postes del cableado eléctrico, con todo y cables, cuando instalar una red eléctrica subterránea prevendría esa parte del desastre.

Lo mismo será abrir las llaves del agua potable asi, nomás, cuando se podría exigir, en las nuevas licencias de construcción, y fomentar en las existentes, que por cada familia se contemple un almacenamiento de agua de cuando menos diez mil litros.

Ayudaría la instalación de sistemas de recolección de agua de lluvia y aprovechamiento de aguas grises, así como la exigencia de instalar un biodigestor por cada nueva casa, y fomentar la instalación en las ya existentes.

LA ARQUITECTURA

Un arquitecto de la Ciudad de México, que ha escogido el puerto para vivir de manera tranquila y libre, nos cuestionó hace tiempo y no supimos que responderle.

— ¿Por qué, en muchas casas viejas de Acapulco, montaron ventanas pequeñas y sacrificaron la vista hermosa de la bahía?

Otis le ha dado la respuesta. La observación nos permite sostener que las ventanas pequeñas, así como las de persianas que permitieron el paso del aire del huracán, no sufrieron daños.

En cambio, los grandes ventanales fueron destruidos.

Lo mismo sucedió con casas con la tradicional arquitectura acapulqueña de pasillo anchos y celosías que redujeron la velocidad del viento: no sufrieron daños.

PEQUEÑAS IDEAS

Ahora, que los gobiernos amenazan con reconstruir Acapulco y levantar lo mismo esperando resultados distintos, habría que pensar, y repensar, en la gran oportunidad que la naturaleza le ha dado al puerto.

Podríamos, por ejemplo, dejar de romantizar la belleza de Caleta y la bahía, así como lo templado de las aguas, como el factótum del turismo internacional en la ciudad.

Eso jamás ha sido así.

Acapulco no creció en el plano mundial porque Agustín Lara le cantase a María Félix que era una María Bonita cuando ella, en realidad, puso al cantante en la vitrina de una colección de amantes y nadie, pero nadie, nadie, se ha acordado de Acapulco por esa causa.

Acapulco estalló al mundo por otras causas ajenas a esa romántica idea.

— ¿Están listos para saber la verdad?

SEXO, DROGAS Y ALCOHOL

La intensa actividad militar estadunidense, en el siglo pasado, en sus guerras en el Pacífico dieron en el clavo al hallar un puerto de descanso, para sus tropas.

Acapulco, llamado entonces La Perla del Pacífico, fue el lugar donde los soldados bajaban de los buques de guerra para dar rienda suelta a sus anhelos de alcohol drogas y sexo.

La calle teniente José Azueta fue el primer sitio donde los gringos bajaban, bebían, buscaban novias temporales o se drogaban.

Al final de la calle, donde hoy están las oficinas de CAPAMA, se ubicaba el consulado estadunidense.

Esteban, El Pollo Valdeolivar, nos platicaba que, cuando algún gringo se excedía, de los buques de guerra bajaba una veintena de policías militares y a garrotazos se llevaban a sus borrachos mala copa.

Luego llegó la pandilla de Hollywood, entre los que se hallaban John Wayne, Johny Weismuller, Bette Davis, Orson Welles, Rita Hayworth, Cary Grant, Maureen O’Sullivan, Errol Flynn, Tyrone Power, entre otros, y construyeron su paraíso en los acantilados de lo que hoy es el hotel Flamingos. Luego muchos artistas y famosos del mundo siguieron el ejemplo de ellos.

— Y así, así comenzó todo.

LAS ZONAS DE TOLERANCIA

La calle Azueta fue la primera zona permisiva. Luego se pasó a la calle Aquiles Serdán y al final se ubicó en Aguas Blancas, hasta donde llegaba el turismo internacional a presenciar el espectáculo de Mayambé, el primer travesti que ofrecía espectáculos elegantes.

Al mismo tiempo, fue en Acapulco donde se abrieron discotecas de homosexuales. Famoso fue el hotel Sansusi, el Disco Nueve o Gallery.

Las discotecas de Acapulco que, según dijo Miguel Torres a Oscar Basave en extraordinaria entrevista, cambiaron al mundo, fueron extraordinarias y lucían repletas de extranjeros.

Pero algún día, a alguien se le ocurrió dar el permiso de funcionamiento a uno de esos giros de encueratrices en pleno zócalo de la ciudad.

— Y ahí comenzó la debacle y el degenere.

Acapulco se convirtió en una gran zona de tolerancia en donde, de a poco, se fueron los extranjeros ante la corrientada, como se dice en el barrio, de que las discotecas y los centros de espectáculos se convirtieron en antros, y los buenos restaurantes, en taquerías.

— ¿Por qué no devolver una, sino cuatro zonas de tolerancia?

Una donde estaba la antigua, en Aguas Blancas, y tres mas en las zonas de Pie de la Cuesta, la Sabana y Rena.

El costo beneficio sería mayor a como estamos en la actualidad.

— Acapulco nació así, con sexo, alcohol y drogas ¿Por qué no volver al origen?

LA GRAN OPORTUNIDAD

Lo sucedido con Otis es una gran oportunidad para instalar esas modernas zonas de tolerancia donde se reubiquen los antros, los casinos y las taquerías, mientras la bahía, con su costera, sería un bello paseo para las familias de turistas.

— ¿Será muy difícil intentarlo?

QUE CONSTE

1) Al menos una veintena de nombres han aparecido como aspirantes a la presidencia municipal de Acapulco, por MORENA. De todos, Abelina López, Yoloczin Domínguez Serna y Yoshio Ávila son propuestas serías. El resto, la neta, usan la misma estrategia de pedir arriba para que les den un hueso que roer en los próximos tres años. Ya veremos cuándo comienza la declinadera.

2) En la alianza de la oposición no cantan mal las rancheras. Perderán la gran oportunidad de tener victorias de la mano de Xóchitl Gálvez. Acapulco será para un PRD que no llega a los tres puntos de preferencias electorales y con un candidato extremadamente impresentable. Como dijo Einstein: será una locura que pretendan resultados distintos con iguales acciones.

3) El Movimiento Ciudadano dará la sorpresa debido a dos factores: Los del PRI andan buscando colocar a las mismas caras y los mismos nombres, a pesar de su muy mala fama. Ah, y quieren pluris para no hacer campaña. Lo mismo, aunque disfrazado, en MORENA, lo que ya provocó que valiosos militantes de oficialismo se hayan registrado como militantes y seguros candidatos. Lo mismo pasará con el PRI: muchos peces gordos ya están en pláticas con MC.

PREGUNTAS QUE MATAN

a) ¿Se dieron cuenta que todos, todititos, los billetes de a mil que regaló el gobierno federal, tienen la fecha de impresión en un 7 de febrero?

b) ¿Se dieron cuenta de cosas raras como que el huracán no tocó los altares de casas e iglesias?

*Publicado y tomado del portal https://sintesisdeguerrero.com.mx/