México pasó de ser productor a importador de granos básicos

Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en la próxima década México se convertirá en el principal país importador de maíz, por encima de China

Por Braulio Carbajal y Alejandro Alegría/ La Jornada

CIUDAD DE MÉXICO. – México, uno de los mayores productores de alimentos del mundo, importó más de la mitad de los granos básicos que consumió la población entre enero y septiembre de este año, reveló un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Según el organismo, durante los primeros nueve meses del año México produjo 20 millones 977 mil toneladas de maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo y soya. No obstante, el consumo de la población en el mismo periodo ascendió a 44 millones 644 mil toneladas, por lo que el país tuvo que importar 24 millones 421 mil toneladas de granos, es decir, 55 por ciento de la demanda interna.

Los datos muestran que mientras el consumo registró un incremento anual de 6.5 por ciento en los primeros nueve meses de 2023 frente a igual lapso del año pasado, la producción se incrementó sólo 4.6 por ciento.

Las importaciones de granos básicos, encabezadas por el maíz, crecieron 6.4 por ciento anual, un nivel sin precedente para un periodo similar. De acuerdo con el GCMA, entre enero y septiembre México importó 14.6 millones de toneladas de maíz, por lo que apunta a romper el récord del año pasado que fue de 17.5 millones de toneladas.

El valor de dichas importaciones ascendió a 9 mil 288 millones de dólares, una disminución de 0.4 por ciento en comparación con los 9 mil 322 millones de dólares de los primeros nueves meses de 2022, debido a menores precios de las materias primas.

Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en la próxima década México se convertirá en el principal país importador de maíz, por encima de China.

Exportaciones récord

Las exportaciones agroalimentarias mantuvieron un nivel récord en los primeros nueve meses del año al sumar 38 mil 791 millones de dólares, un avance de 4.3 por ciento frente a igual periodo del año pasado, indicó GCMA. Con ello, la balanza comercial agroalimentaria observó un superávit de 6 mil 774 millones de dólares, pues las importaciones sumaron 32 mil 016 millones de dólares.

GCMA destacó que las exportaciones del sector agroalimentario no sólo ocupan el tercer lugar en la venta de productos al exterior, sino que siguen siendo el tercer generador de divisas en el país.

La cerveza se ubicó como el producto más vendido al exterior, con 4 mil 649 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, un repunte de 1.3 por ciento frente a igual periodo del año pasado.

En segundo lugar, se encontró el tequila, cuyas exportaciones ascendieron a 3 mil 480 millones de dólares, un aumento de 6.3 por ciento.

Las exportaciones de berries, que incluye fresas, zarzamoras, moras y frambuesas, se ubicaron en el tercer lugar, con 2 mil 376 millones de dólares en las ventas al exterior, un incremento de 3.4 por ciento anual.

 GCMA señaló que las exportaciones de aguacate continúan a la baja, pues en los primeros nueve meses sumaron 2 mil 183 millones de dólares, un retroceso de 14.3 por ciento frente a igual periodo del año pasado.

AFECTA LA BAJA RENTABILIDAD

Los productores de granos enfrentan una “situación difícil” con problemas de rentabilidad, después de que el año pasado subieron los costos de producción hasta en 35 por ciento, ahora que están comercializando sus cosechas se enfrentan a una caída en los precios de hasta en 30 por ciento, por lo que demandan que en México las cotizaciones sean más altas para recuperar al menos lo que invirtieron.                                                                                                                                         El aumento de costos para el cultivo en maíz fue de 35 por ciento, por el aumento de los créditos, la desaparición de la financiera, la alta inflación, y se busca pagar un precio inferior al del año pasado, entre 5 mil 100 o 5 mil 200 por tonelada, pero se piden 7 mil pesos, lo mismo que en 2022, sostuvo Marte Vega de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades).

Tiempos críticos

“Estamos en tiempos críticos. Si se aplican los precios internacionales, llevará a la quiebra al sector agrícola de Sonora, Baja California, Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, todos estamos así”, dijo.

Agregó que esos 7 mil pesos que piden apenas cubren los costos, “cada productor siente el problema de que no le alcanzará para pagar” y en Sinaloa son 27 mil productores, que aportan 6 millones de toneladas de maíz blanco, que se utiliza para la tortilla.

Mencionó también que la cancelación el año pasado de la exportación de maíz blanco “nos cerró las puertas. Le quitaron el arancel de maíz blanco de Sudáfrica, que es transgénico. Los industriales se abastecieron de ese maíz y por eso no quieren comprarnos el grano ahora. Si la tortilla se ha incrementado de precio es por factores ajenos a los productores, debería bajar su precio, porque el precio de maíz ha ido a la baja”.

“Vivimos situaciones muy difíciles, estamos prácticamente solos ante el problema de no rentabilidad, los precios en estos momentos no favorecen, ni el tipo de cambio, es una situación de emergencia”. Dijo que se requiere el apoyo del gobierno federal, “es su responsabilidad, lo marca la Ley de Desarrollo Rural” Marte Vega Román.

Por su parte, Gerardo Loya Chávez, director general de Asociación de Organismos Agricultores del Sur de Sonora, dijo que en Sonora se producirán 1.4 millones de toneladas de trigo cristalino, y hay unas 400 mil toneladas que no se han colocado. Se fijó un precio de 310 dólares por toneladas de trigo (5 mil 580 pesos con el tipo de cambio en 18 pesos) y esto es insuficiente, se requiere que sea de 8 mil pesos.

Conflicto

Explicó que los problemas de rentabilidad vienen desde el año pasado por el conflicto bélico de Ucrania y Rusia, principales productores de fertilizantes, lo cual dejó un aumento en el precio de estos insumos, “hubo necesidad de comprarlos a precios más altos de lo que se tenía un año antes, los costos de producción fueron históricamente altos, y llegada la época de cosecha hay una disminución de precios a nivel internacional”.