Don Gastón Luken Aguilar

Por Antonio Magaña.

Muchas cosas se dijeron anoche de aquel niño que, en sus cumpleaños, no tuvo fiestas, juguetes, ni piñatas porque, el mundo, enfrentaba la segunda guerra mundial.

Sus cualidades fueron destacadas por el creador de la fábula del “Oso y El Puercoespín”, Jeffrey Davidow:

Amistad, Firmeza, tenacidad, claridad, perseverancia, encontrar la esencia de los problemas…concentrarse en el futuro….

No hubo elogios vanos en ninguno de los discursos. Los hechos, que son muchos, hablan por Gastón.

Fue gerente La Estrella Azul, propiedad de su amigo-hermano Mario Hernández, la emblemática tienda departamental, cuyo incendio en 1969, no olvidamos los mexicalenses de entonces.

Gastón empezó su carrera financiera como primer director de UNIBANCO y, a partir de ahí vivió una odisea, un largo viaje en mares cambiantes, un viaje de aventuras y aprendizajes que aún no terminan porque, como él dice, “cuando dejas de aprender te mueres, aunque sigas vivo…”:

Director de Consultoría Internacional, de Operadora de Bolsa del Pacífico, presidente de la Bolsa de Valores, Presidente de Serfin, presidente de GE Capital… consejero de Telmex y de importantes empresas mexicanas.

En los turbulentos mares de la política y la economía de México, le tocó enfrentar la nacionalización de la banca, la crisis económica de 1982, la financiera de 1987 y la crisis de 1994…

Preocupado por el cuidado del medio ambiente Gastón inició, hace décadas, programas para devolverle a la naturaleza algo de lo mucho que nos ha dado, como el Flujo Pulso, para revivir el Delta del Colorado.

Hoy sigue aprendiendo y apoyando programas relacionados con el cuidado del agua y la protección al medio ambiente a través de La Fundación Luken, Pronatura, el Instituto de las Américas, Sonoran Institute y Center for U.S.- Mexican Studies.

Sin ser su cumpleaños, anoche, en el marco del U.S. MÉXICO FORUM, rodeado de su familia, amigos y funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos y México, incluyendo al embajador Esteban Moctezuma, Gastón tuvo una fiesta en la que, al igual que en los tiempos de la guerra, no hubo pastel, pero si muchas muestras de respeto y cariño.

Merecidamente fue galardonado con el premio a la buena vecindad México Estados Unidos.

Gastón no deja aprender y navegar y, como dice Kavafis, sobre la Odisea de Ulises:

“Cuando emprendas tu viaje a ÍTACA/ pide que el camino sea largo, / lleno de aventuras, lleno de experiencias. / No temas a los lestrigones ni a los cíclopes/ ni al colérico Poseidón, / seres tales jamás hallarás en tu camino, / si tu pensar es elevado, si selecta/ es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo…”.