Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

¿Por qué tanta saña contra Monreal?

De pronto una oleada de hostilidad comenzó a sentirse con mucha saña días después de que el presidente López Obrador abriera el juego sucesorio presidencial. En pocas palabras, la determinación anticipada influyó, incluso esa situación se descaró y pasó a ser una guerra declarada en contra de Ricardo Monreal. De hecho, no era necesario ser tan suspicaces para darnos cuenta- pues llegó a tener tanta resonancia en los medios de información- al grado de considerarse una estrategia o, mejor dicho, una conspiración como se notó en 18 meses consecutivos.

Bastó atestiguar las formas y los mecanismos de comunicación que utilizaron desde las redes sociales. Cada una de esas estrategias traía consigo una maquinación, difamación o de plano la descalificación injustificada que todos notamos. De hecho, nada justificó esa situación más qué el único interés de los grupos radicales de intentar descarrilar a Ricardo Monreal del juego sucesorio presidencial. Lo querían fuera de la competencia, así de sencillo. No sé si por indicaciones del propio poder del estado o del mismo fuego amigo que comúnmente se produce para meter presión por lo que está en juego.

Ricardo Monreal Ávila.

Y como lo que se juega es la sucesión del presidente Obrador, los confines agitaron los ánimos de grupos radicales. Lo más desafortunado de ello es que, servidores públicos del estado, se prestaron a la maquinación. Cómo no recordar el caso de José Manuel del Río Virgen. Tal parece que, esa situación e injuria, fue uno de los mecanismos anacrónicos que optaron como medida de presión. Afortunadamente todo se aclaró y salió a flote la cruda realidad que aún vivimos en muchos sistemas de justicia en el país donde las formalidades son a rajatabla en ocasiones.

A eso se enfrentó Ricardo Monreal. Y si le sumamos también la forma tan notable- cómo la gobernadora de Campeche- intentó hacerle la vida imposible al coordinador de la bancada senatorial de Morena con burdas y manipuladas formas, lo mismo que con mecanismos que sólo son parte de un espectáculo televisivo. Digamos que, con esa coyuntura, intentaron también descarrilar al zacatecano. Resulta curioso que, después de lo que aconteció, y el clima que envolvía la sucesión presidencial, todavía siguieran con las rudas estrategias de ablandamiento alimentadas, ni más ni menos, con fabricaciones.

Todo eso lo expuso Ricardo Monreal y, en esa tesitura, lo percibimos todos porque fue una estrategia descarada. Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón al coordinador de los Senadores de Morena ya que, cada una de esas acciones contra él, las ha librado impávido. De hecho, en todos los casos salió ileso y esquivó toda una maquinaria desde publicidad maquinada en las redes sociales, hasta la propia andanada del poder del estado de algunas entidades que- por cierto- no lograron su objetivo ya que, paradójicamente, todo eso fortaleció a Monreal de cara a la sucesión presidencial.

En pocas palabras, el mismo presidente López Obrador tuvo que corregir la ruta presidencial. Esto estaba ocasionando una fuerte presión no solo en el seno de Palacio Nacional, sino en las bases del partido o expresión. Se dice, incluso, qué en una reunión cerrada- con varios actores cercanos al mandatario- se propuso la salida o expulsión de Monreal después de lo que aconteció en el Senado de la República cuando el zacatecano fue congruente con su voto en el proyecto Electoral- pues era el pretexto perfecto de los radicales para sacarle provecho a la estrategia de hostilidad- que meses atrás habían puesto en marcha.

A lo anterior nos cuentan que el presidente fue directo: Ricardo Monreal se queda en la coordinación de los Senadores de Morena, y se incluirá en la lista oficial de Regeneración Nacional en busca de la silla presidencial por órdenes del líder Moral del movimiento. La decisión fue únicamente del mandatario, y no se cuestionó, ni muchos menos refutó, trascendió.

De esa forma el dirigente nacional de Morena incluyó en la lista de aspirantes al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta. Fue así como el presidente rectificó el camino ante la amenaza latente de fractura interna producto de la fuerte presión que grandes sectores de la militancia y simpatía de Morena hicieron sentir.

Tuvimos la impresión de que, con esa circunstancia, la cosa sería distinta. Hay destellos, sin embargo, hay quienes insisten en continuar con la andanada pensando que, con esa situación, pueden lograr algo que no concretaron en más de 18 meses. A Ricardo Monreal no le movieron- literalmente- un solo pelo. Es más, el coordinador de los senadores de Morena se fortaleció de forma notable.

Y cuando esa situación parecía una retrospectiva, curiosamente vuelve la guerra sucia contra Monreal; y solamente apunta hacía él; eso llama poderosamente la atención pues las difamaciones que hizo un medio de comunicación no tienen fundamento.

De hecho, el senador Ricardo Monreal le aclaró directamente al medio de comunicación la situación dando la cara. Por ello, y otras cuestiones, nacen muchas preguntas: ¿por qué tanta saña contra Monreal?; ¿por qué sólo a él? No es casualidad lo que ha sucedido; ha pasado situación tras situación, empezando por casos como el de Veracruz y Campeche, y algunos otros que no podemos soslayar como la difamación.

Y no sólo les ha costado trabajo, sino será dificilísimo para quienes orquestan la hostilidad porque no han podido, ni podrán, defenestrar a Ricardo Monreal de Morena pese a que continúe este tipo de guerra sucia. La mejor prueba de ello es que, en la sucesión presidencial, el propio presidente Obrador sabe del capital político que ha logrado acumular el coordinador de los senadores de Morena y, por esa sencilla razón, cambió la estrategia para que el zacatecano fuese tomado en cuenta.

Hoy en día- Ricardo Monreal- es un serio aspirante a suceder al presidente Obrador y, sin lugar a dudas, esto tiene preocupados a los propios grupos radicales que han orquestado la guerra sucia. Esa es la respuesta a la pregunta del título de esta narrativa.