Lo extraordinario de lo cotidiano…

Reservarme

Por Gladys Villalobos*

Inicia el segundo mes de 2023. Yo sigo con el impulso de depurar, de hacer espacio, de limpiar. Volver a lo básico, a lo esencial, a lo que de verdad deseo, disfruto y me sienta bien. A la mesura, adentro y afuera de mí.

En este proceso me reencontré con el libro “No se trata de ser bueno”, escrito por Subhadramati, budista inglesa. Lo pensé perdido. Retome su lectura. Siempre encuentro en el aportaciones valiosas que me invitan a la reflexión.

De algunos años al día de hoy reflexiono sobre la habilidad de mesurar lo que externo, de aprender a contener mi impulso de expresar todo lo que pasa por mi mente, de hacer una pausa, de darme el tiempo y espacio para manifestarme. En otras palabras “decir solo lo necesario”. La mesura y la prudencia traen consigo ganancias. Muchas veces no son inmediatas, pero si has aprendido a esperar, llegan. 

En muchas ocasiones nos expresamos sin filtro, en otras solo movidos por el ego, por la necesidad de ser escuchados, por creer que hemos impuesto nuestra voz; nos expresamos para provocar. A veces, la necesidad de hacernos presentes nos lleva a hablar, a interrumpir, a manifestarme, aunque sea con un “ya se”. El ego respira profundo con un “ya se”.

A esto sumaría el saber reservar, reservarte la información, tu información y con mayor énfasis, cuando la historia no es tuya, cuando la información otra persona te la compartió a ti. Cuando se refiere a aspectos de la vida de alguien más. Evitar sembrar un conflicto o generar discordia derivado de nuestra palabra.

En la filosofía budista nos invitan a que nuestra habla sea veraz, amable y significativa. Enfatiza en la importancia de la calidad y cantidad de nuestra habla. Bien dicen que “la diferencia entre la medicina y el remedio es la dosis”.

Hablar es una acción y nuestra voz una herramienta para construir o derribar puentes. Para construir o finiquitar relaciones. Todo lo que nuestro ser emana a través del habla tiene una consecuencia amable o desfavorable. Todo radicara en el modo, tiempo y fondo de nuestra habla.

Ya lo he dicho antes. De todos nuestros roles cotidianos el de “ser humano” es el que nos demanda más introspección e inversión y a la vez, un gozo inigualable.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.

Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/