El ingeniero Gustavo Carrillo Aguirre, presidente del Comisariado Ejidal del ejido Tribu Kiliwas, y Alfonso Muñoz, ex dirigente de la misma organización, encabezaron la protesta e hicieron planteamientos ante funcionarios de Profepa.
- Falta de vigilancia de Profepa propicia robo de yuca
- Denuncias no han tenido eco en las diferentes autoridades
- Se pedirá instrucciones a oficias centrales, dice biólogo Yáñez
- Ejército omiso a quejas y señalamientos de los afectados
Por César Villalobos López
MEXICALI. – La carencia de facultades de los funcionarios de la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente, conocida como PROFEPA, así como la limitación de recursos económicos propicia el robo de yuca a sus legítimos propietarios, generando perdidas millonarias a los campesinos de varios ejidos de la zona costa.
Lo anterior quedó de manifiesto durante la protesta de un grupo integrantes de la tribu Kiliwas y miembros del ejido del mismo nombre en las oficinas de la dependencia federal, donde fueron escuchados por el biólogo Daniel Yáñez, encargado del despacho y por Adán Coronado castillo, entre otros funcionarios.
Encabezados por el Ing. Gustavo Carrillo Aguirre, presidente del comisariado del ejido y por Alfonso Muñoz, ex directivo de la comunidad ejidal, les hicieron una amplia y pormenorizada explicación sobre la situación que están viviendo por la ausencia de vigilancia, así como por la omisión de las autoridades judiciales que han ignorado el cumulo de denuncias sobre robos de la materia prima.
Explicaron que la yuca es un producto de alta demanda en la industria farmacéutica utilizado para la fabricación de productos afrodisiacos y jabones, entre otros productos terminados con gran valor en el mercado, por loque resulta redituable negocio para los delincuentes y para los centros de acopio que les compran el producto de los hurtos, generalmente nocturnos.
En el caso de los 50 ejidatarios de la tribu Kiliwas consideraron que, en el 2022, los robos les causaron un quebranto de cuando menos 10 millones de pesos.
Es tanto el saqueo, que solamente el año pasado calcularon pérdidas por esa causa de alrededor de 10 millones de pesos, en perjuicio de los 50 ejidatarios.
La yuca es un tronco producido por la palmilla, una planta perenne en la región central de la península y se reproduce en las 27 mil 380 hectáreas de terrenos de agostadero, propiedad del ejido, donde los campesinos cosechan alrededor de 30 toneladas a la semana y venden cada tonelada en 500 dólares.
Los manifestantes expusieron a los funcionarios de la Profepa que, en los meses recientes han notado un incremento en el robo y les parece raro que no detengan a nadie, por lo que sospechan que la SEMARNAT podría estar extendiendo de manera indiscriminada guías para transportación de la yuca.
La protesta ante la PROFEPA, en Mexicali, pues esta es la dependencia le corresponde la vigilancia y en la zona afectada no se observa ni se conoce la presencia de inspectores que verifiquen el origen y propiedad del producto que llega a los centros de acopio que operan en Ensenada.
Lo mas graves es que mencionan, los señores Carrillo y Muñoz, tener identificados puntos en la ciudad de Ensenada donde a los saqueadores les compran el producto robado, datos que han sido proporcionados a algunos mandos del Ejército Nacional, quienes los han escuchado, pero tampoco han podido hacer mucho por reducir los robos. Igualmente, con autoridades municipales y con funcionarios de la Fiscalía General del Estado, sin que se produzcan resultados positivos.
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