Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre los Surcos…

Beneficiarios del campo

De siempre, empresas agroindustriales, con distintos grados de integración para la transformación de las materias primas surgidas del campo, se han beneficiado del esfuerzo y de los riesgos de quien cultiva la tierra.

Algunas, como Maseca, han aprovechado el nombre de los campesinos para la obtención de apoyos financieros, vía créditos blandos a los primeros, sin recibir recompensa especial por ello, salvo la compra de sus cosechas bajo rígidas normas de calidad.

Recordamos lo de Maseca al leer que, Grupo Bimbo, la empresa panificadora líder en el mundo, busca brindar herramientas y conocimiento a productores para cuidar la naturaleza y promover un sistema alimentario moderno.

De paso aseguro ha contribuido con su apoyo al campo mexicano a través de cultivos sustentables de maíz y trigo en más de 14,800 hectáreas que, gracias a las prácticas de agricultura regenerativa, han mejorado su salud del suelo.

La idea consiste en devolver la salud al suelo incrementando el nivel microbiológico de la tierra y crear una mayor cantidad de materia orgánica que permita la absorción de gases, impulsando no solo el cuidado del planeta, sino también a pequeños productores.

En el valle de Mexicali, Grupo Bimbo, o a nombre de la empresa panificadora, se han realizado trabajos con nuevas variades de trigo, ofertando a los agricultores participantes premios adicionales al precio, en base de la calidad y proteína, lo que, en principio suena interesante.

Pero no todo esta bien en los tratos con esta empresa, o con quienes dicen representarla y realizan los trabajos de campo, recolectan la cosecha y la comercializan, pero no la pagan de inmediato a los productores.

De esto poco se sabe, o poco se conoce, porque tal parece que los agricultores participantes hacen un pacto de confidencialidad que les impide hablar de los efectos negativos, por el no pago oportuno.

Sin embargo, se conocen versiones de los agricultores sobre la irregularidad en los pagos, por parte de la empresa o el intermediario que maneja los contratos de compra con el Grupo Bimbo.

Pero, después de todo, algo bueno debe de tener ese tipo de relación comercial o financiera, porque, hasta donde se sabe, los agricultores continúan con la esperanza de que en algún momento las cosas se regularicen y puedan gozar de los beneficios que se les ofrecieron al participar en esos programas.